País de pobres y país de lelos, debemos serlo porque solo recibimos migajitas, soluciones parche y premios de consuelo. Alláááá, muy, muy lejos, en unos territorios tan diferentes que parecería que existieran a distancias remotas, hay países donde los ciudadanos disfrutan de la justicia y las consecuencias de un verdadero sistema legal.
Cuando hay miserables personajes que roban y rompen leyes a mansalva, en esas lejanas naciones hay pena de cárcel. Nosotros aspiramos a que salga huido del país. En serio, esa es la praxis del sistema ecuatoriano para la corrupción y los delitos por altos funcionarios públicos, el exilio autoimpuesto, irse a vivir afuera (de paso con todos los millones).
Un filósofo de derecho consuetudinario (aquellos que abogan por que la costumbre de un pueblo se eleve a ley) diría que si los ecuatorianos no quisiéramos que nuestra ley se vea violada tan salvaje y continuamente deberíamos de una vez ponerlo en el código penal. El “castigo” para cualquier fechoría por un político o funcionario público de alto nivel es la huida; sanseacabó, volvimos a tener Estado de Derecho y nuestras normas respetadas. Y, lo peor, es tan peculiar este país que esta solución ridícula daría algo de sentido a este respecto.
Otro ejemplo de premio consuelo, si un funcionario es destituido de su cargo – Presidente de la Asamblea por poner una idea que se me viene a la cabeza – por irregularidades entonces lo normal, lo básico, lo esencial, es que sea enjuiciado por esos ilícitos. Aquí, en el país de los cocos, no. El pueblo tiene que satisfacerse con que el hombre tenga un poco menos de poder. Ya está, listo, contentos todos.
¿Dónde está la aprobación de la Asamblea para quitarle su inmunidad y que pueda incoarse un proceso por esas rupturas legales? ¿Dónde hay una mínima coherencia en que alguien pierda – pública y rimbombantemente – su cargo, pero no se inicie un juicio por aquellos ilícitos? ¿Es que acaso se lo botó porque hizo algo legal pero de mal gusto, legal pero poco decoroso? Los actos son lícitos o ilícitos; si son lícitos no es justo ni que se pierda el cargo y si son ilícitos pues todas las consecuencias previstas por la ley deben generarse. Aquí a los lelos nos tranquilizan con un mero consuelo.
En cualquier país con un mínimo de democracia y alternancia política, si un partido genera una vergüenza nacional o un perjuicio al sistema (¡del calibre que al Presidente de la Asamblea se le pesque con un audio donde hay indicios de varios delitos!), lo razonable es que no se lo premie poniendo a un copartidario en el mismo sitial. En la surrealidad que vivimos el PSC, el BIN (incluyendo la Izquierda Democrática), y SUMA votaron a favor de la candidata de AP. ¡Normal! ¡Había también que darles un consuelo!