Ecuador entre Israel y Palestina

Basado en los principios del derecho internacional, Ecuador, como ha sido su tradición, debe mantener buenas relaciones con Israel y Palestina. Ambos estados reconocidos como tales por nuestro país.

En 1948 Ecuador votó en la ONU a favor de la creación de Israel con fronteras definidas y seguras tras la partición de Palestina para dar territorio a judíos de la diáspora, para terminar con la violencia y con el colonialismo. Ecuador hizo bien al apoyar esta resolución, fue coherente con sus principios. Penosamente, aplicando la fuerza contra sus vecinos árabes, Israel amplió ilegalmente su territorio violando resoluciones de la ONU, institución que le había dado vida.

También nuestro país reconoció al estado palestino libre e independiente con los límites establecidos en 1967, a fines de 2010. Esta decisión se dio por insistencia de la Embajada del Ecuador ante la ONU ante su Cancillería. Lo hizo después de otros países de la región respetuosos de la historia y del derecho: Argentina, Brasil y Uruguay. Más tarde, la Asamblea General haría lo mismo al igual que casi todos los estados latinoamericanos. Ecuador actuó con coherencia y acierto.

Todos conocemos que el pueblo judío sufrió durante la II Gran Guerra, un brutal exterminio resultado de la aplicación de la doctrina y las prácticas nazis que mataron a más de 6 millones de seres humanos por profesar otra fe. El más grande genocidio de la historia fue atroz para aniquilar con una raza: crematorio y gas. Ningún ser humano puede olvidar este horror y todos condenarlo.

He defendido y defenderé a Palestina y el derecho a su existencia con fronteras definidas y seguras en pacífica convivencia con sus vecinos. Y he condenado sin ambages la política israelí de tierra arrasada sobre Gaza y Cisjordania con la que ha asesinado a decenas de miles de personas, no solo milicias sino civiles, mujeres y niños. Ha destruido viviendas y servicios básicos. Israel es el causante de la tragedia del pueblo palestino que merece una vida digna y en paz y no en el hacinamiento y sumisión en que sobrevive.

Hace unos días, nuestro embajador ante la ONU ha cometido un error que debe ser enmendado. Ha comparado la barbarie del Holocausto con la violencia injustificable de Israel contra Palestina. Para ello ha recogido expresiones de Fidel Castro, respecto de las cuales, más tarde, él mismo Castro se retractó. Me resisto a pensar que la Cancillería haya instruido a su representante pronunciarse como lo hizo por lo que imagino que ha sido un inaceptable aporte del propio diplomático.

Ecuador debe mantener su posición de rechazo al belicismo israelí contra Palestina pero no compararlo con un brutal y vergonzoso capítulo de la historia de la humanidad.

fcarrion@elcomercio.org

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