Si bien el resultado de la mayoría de las consultas realizadas anteriormente ha dependido del grado de popularidad del Gobierno de turno, esta vez, pese a que la aceptación y credibilidad del presidente Lasso son bastante bajas, una encuesta reciente demuestra que tienen amplio respaldo las ocho preguntas de la consulta en trámite, en especial las referente al apoyo de las Fuerzas Armadas a la Policía en su lucha contra la alarmante inseguridad ciudadana (85.8%) y la disminución del número de miembros de la desprestigiada Asamblea (81.4%) y de organizaciones políticas (75%), pero es motivo de críticas la ausencia de temas tendientes a la solución de los problemas económicos y laborales, que han sido sistemáticamente bloqueados por la Asamblea. Lo cierto es que aún son inciertas las decisiones de la mayoría ciudadana hasta la culminación de tan importante evento.
Las preguntas están actualmente en consideración de la Corte Constitucional, como dispone la Carta Magna, después de lo cual el Consejo Nacional Electoral deberá organizar el proceso que culminará en las urnas el 5 de febrero del próximo año, conjuntamente con los comicios seccionales.
Al mismo tiempo y con sujeción al cronograma elaborado por el CNE prosiguen las fases previas de las elecciones, para las que, como es ya habitual, proliferan los candidatos a las diversas dignidades, en buena parte cobijadas por los indecorosos “partidos de alquiler”.
Para la Alcaldía de Quito esta vez se inscribieron once postulantes: seis hombres y cinco mujeres, en buena parte no idóneos para tan respetable y complejo cargo. Jorge Yunda es el único que se inscribió con la debida anticipación, por lo que, así mismo, es el único calificado ya, pese a que en los comicios del 2019 fue elegido para ese cargo con 21% de la votación del cantón, pero luego fue destituido por el Concejo Metropolitano y también fue sometido a juicio por la adquisición presumiblemente dolosa de 100 000 pruebas de covid.