Economía y sentido común

Lenín Moreno ha sorprendido a todos dentro y fuera del país. Nadie anticipó que pudiera llegar tan lejos políticamente. Ha logrado una base política de centro y la participación en su gobierno de representantes de diversa procedencia ideológica. Si ha tenido éxito político ¿por qué no podría hacer lo mismo con la economía?

La sola designación de un dirigente empresarial como Ministro de Finanzas ha despertado interés en el sector productivo ecuatoriano y en inversionistas extranjeros. Ecuador empieza a verse como punto de interés en la región. El Consejo de las Américas que tiene un programa llamado Invierte en América Latina y visita varios países cada año, no había estado en el país desde hace diez años. Ecuador es atractivo para las inversiones, dijo su presidenta Susan Segal en una conferencia en Quito realizada esta semana con la asistencia del presidente Lenin Moreno.

Después de tomar el control de la política y orientar correctamente la economía, ¿Qué más le queda por hacer al gobierno de Lenín Moreno? Deberá tomar el control de la política exterior, el sector más criticado por la oposición y el que más desatinos ha exhibido. La ministra Espinosa cambiará pronto y eso permitirá reorientar la política exterior en la dirección correcta.

Las metas previsibles son la participación en la Alianza del Pacífico y la negociación de un acuerdo comercial con Estados Unidos. El proyecto de ley enviado a la Asamblea Nacional para estabilizar las finanzas públicas y atraer la inversión extranjera, ofrece exoneración de impuestos a las inversiones nuevas, con mayores incentivos para la inversión en provincias y en las zonas de frontera. Los inversionistas reclaman también la posibilidad de acudir a tribunales internacionales en caso de controversia. La presidenta del Consejo de las Américas recordaba que no son los Estados los que invierten sino las empresas y ellas demandan seguridad jurídica y estabilidad económica.

Un abogado me comentaba que a una dama ecuatoriana le dejó su esposo, para su subsistencia, un fondo de 300 mil dólares en el exterior y que ella les decía: avisarán cuando sea seguro traer ese dinero porque yo quisiera tenerlo en el país. Aquí podría tener un rendimiento muy superior al uno por ciento que obtiene afuera.

Debe haber muchos casos parecidos que esperan los cambios apropiados para invertir en Ecuador.

Los empresarios ecuatorianos que reclaman el fomento para la inversión extranjera, saben que no vendrá si los inversionistas nacionales no muestran confianza. Tampoco cabe esperar resultados inmediatos, el cambio de modelo económico es un proceso, no es un acto de magia que arroja resultados instantáneos.

Los expertos en economía dicen que no hemos superado todavía los peligros, pero el sentido común de los ciudadanos percibe que han bajado las preocupaciones, que el país se ha puesto en buen camino.

lecheverria@elcomercio.org

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