Una vez presentada la cifra del Presupuesto General del Estado de 2013, que creció en 24% con relación con el del ejercicio fiscal 2012, la magnitud de ese incremento, al decir de expertos, no guarda proporción con el crecimiento de la economía en un 5,5%. El Presupuesto ha venido creciendo de manera sostenida desde el año 2007. En esa fecha se estimó en USD 10 000 millones. Hoy será de más de 32 000 millones.
Los ingresos se sustentan en dos fuentes fundamentales: la mayor recaudación tributaria y el creciente precio internacional del crudo. En este campo, si bien es cierto que el precio no ha caído, por ahora no muestra síntomas de alzas fuertes, al menos en las magnitudes de todos estos años.
Para paliar ese escenario, el deber ser manda cierta austeridad fiscal, restringir incrementos salariales del sector público, por ejemplo, y también una mayor inversión extranjera.
En esta última línea, sin embargo, hay señales confusas. Mientras el Presidente visita Europa, se crea un ministerio de Comercio Exterior y se abren caminos de diálogo para un acuerdo con la Unión Europea, todavía no hay claridad en los tratados de protección de inversiones, seguridad jurídica y los caminos de la reforma laboral. Ecuador tiene una inversión extranjera directa ínfima con relación a Colombia y Perú. Una economía desacelerada y con deuda creciente no parece buena fórmula.