El Ecuador, al igual que otros países de la región, atraviesa en términos económicos por un buen momento. A pesar de la incertidumbre que existe por la persistencia de la crisis en Europa y Estados Unidos, nuestra economía crecerá en el 2013 aproximadamente en un 4%.
Esto demuestra, en términos generales, que aunque la crisis económica global tuvo un impacto negativo, la economía ecuatoriana mantuvo cierta capacidad de resiliencia para enfrentar los efectos negativos de origen externo.
A diferencia de otros países de la región, el crecimiento de la economía no se asienta en el dinamismo del sector privado y la inversión extranjera, sino en la intervención del Estado a través de la expansión del gasto e inversión pública. Aunque esto es positivo, muestra a la final problemas de fondo: la fuerza de la economía no se sustenta en la capacidad del sector productivo sino en las rentas estatales provenientes de la explotación petrolera.
Para que estas condiciones mejoren es necesario que se dé un aumento sustantivo del flujo de dólares a la economía a través de la inversión externa, mayor aporte de remesas y sobre todo aumento de las exportaciones. En este sentido, los niveles que ha mantenido el Ecuador durante los últimos años en términos de Inversión Extranjera Directa (IED) son decepcionantes: en el 2009 fue de $304 millones, en el 2010 de $161 millones y en el 2011 de $640 millones. Colombia, durante el primer semestre del 2012, captó $7.798 millones de dólares y Perú en el mismo periodo $5.440 millones de dólares. Por otro lado, si a la balanza comercial le quitamos las exportaciones de petróleo, esta es negativa en aproximadamente $6.700 millones de dólares.
A más de estos problemas de fondo que hay resolverlos a mediano plazo, se debe necesariamente bajar el nivel de gasto, especialmente de gasto corriente. Si en el 2000 se gastó en sueldos del sector público $761 millones de dólares y en el 2007 $3.692 millones de dólares, ahora el nivel de gasto llega a los $7.264 millones de dólares.
Por otro lado, la relación que tenemos entre gasto público – PIB es alta. El gasto del Sector Público No Financiero (SPNF) para el 2011 fue del 48,8% en relación al PIB, cercano a los niveles de países europeos que están atravesando por serias dificultades económicas. La relación gasto público-PIB de Italia en este año fue de 49,95%, Grecia 49,69%, Portugal 48,71%, Irlanda 44,14% y España 43,68%. Mientras tanto, Colombia tiene una relación del 28,74% y Perú del 19,07%.
Aunque se requiere trabajar arduamente para fortalecer nuestra economía, las autoridades deberían poner énfasis en buscar alternativas para no depender del petróleo y reducir el nivel de gasto público. Un país que se piensa distinto debe apuntar al desarrollo tecnológico.