Graves irregularidades en el concurso para la designación de jueces de la Corte Nacional de Justicia y falta de acceso a la información solicitada sobre la contratación de obras de infraestructura revela, entre otras falencias, la Veeduría Internacional, en su extenso informe final sobre la actuación del Consejo de la Judicatura de Transición, creado por iniciativa del Ejecutivo para reestructurar la Función Judicial.
Varias veedurías provinciales también se quejan por la falta de información por parte del CJT, lo que, según afirman, les ha impedido que presenten a tiempo sus respectivos informes.
La Veeduría Internacional, cuyo coordinador es el ex juez español Baltasar Garzón y de la que formó parte, en principio, el ex presidente de Chile Ricardo Lugo, quien se excusó de inmediato, manifiesta que no encontró justificación legal ni técnica que explique las notas que obtuvieron seis aspirantes a jueces del máximo organismo judicial “cuya calificación no se hizo correctamente” y les permitió superar a otros postulantes que estaban mejor ubicados.
Desde hace algún tiempo se presentaron diversas denuncias de irregularidades, inclusive demandas civiles, sobre los mecanismo utilizados para la calificación, pero no tuvieron eco y los 21 nuevos miembros de la CNJ, inclusive los impugnados, se posesionaron el 26 de enero para un período de nueve años.
Durante la ceremonia de entrega del mencionado informe el Presidente del CJT dijo que “la designación de los miembros de la Corte Nacional de Justicia hace que el país vuelva a creer en la administración de justicia”.
Otro cuestionamiento de la Veeduría Internacional es que en informe anterior ha formulado 14 recomendaciones que no han sido cumplidas, entre ellas que se realice una fiscalización de las obras de infraestructura física, que constituye uno de los ejes emblemáticos de la reforma judicial y que se contrate a un equipo de técnicos para que asesore en este campo. Así mismo reclama que recién el 7 del presente mes ha recibido la información solicitada, lo cual no le ha permitido la revisión de documentos y el seguimiento de los procesos, etc.
Una observación que tiene mucha trascendencia es aquella de que haya respeto y no injerencia de los demás poderes del Estado en la Función Judicial, lo que demuestra desacuerdo con la controvertida “metedura de mano”.
Así las cosas y luego de la actuación de algunos magistrados en bullados casos como el juicio al Diario El Universo, esta publicitada y autoelogiada reestructuración de la Función Judicial es otro controvertido cambio de jueces, con el agravante de que durante la “noche neoliberal” era botín de varios partidos políticos y esta vez es exclusivo del movimiento gobernante.
Y quedan en pie varias inculpaciones.