Este mes se cumplen dos décadas de dos sucesos históricos trascendentales para nuestro país: la dolarización decretada por el presidente de la República de entonces, doctor Jamil Mahuad y su derrocamiento, motivado por el feriado bancario y el congelamiento de depósitos, medidas adoptadas para enfrentar la grave situación económica, que se acrecentaba desde años atrás, a lo que se sumaba “el fenómeno del niño”, la caída del precio internacional del petróleo a nueve dólares el barril, etc.
El domingo 9 de enero del año 2000 Mahuad anunció su decisión de reemplazar el sucre con la divisa norteamericana, el dólar, lo que significó un cambio radical a nuestro sistema monetario, con las consiguientes secuelas que, en este caso fueron positivas.
Y es que la crisis económica de entonces, según muchos estudiosos, fue la peor de nuestra historia, ante lo cual el Mandatario manifestó: “El sistema de dolarización es la única salida que tenemos ahora y es el camino por el cual debemos transitar”. Y acudió a ese camino.
Al día siguiente el Fondo Monetario Internacional expresó su respaldo a esta medida.
Así expiró el sucre, creado el 22 de marzo de 1884, mediante decreto del presidente José María Placido Caamaño, quien, por falta de recursos del Gobierno, encargó las primeras emisiones al Banco de Quito, que contrató con la Casa inglesa Birminghan la acuñación de 40.000 sucres en moneda de níquel (30.000 unidades de medio décimo, 5.000 de un centavo, 5.000 de medio centavo, etc.)
En cambio, el dólar de Estados Unidos tiene un origen confuso. Una de las versiones es que el Gobierno dispuso la creación del dólar el 2 de abril de 1792 y la primera emisión realizada por la Casa de Philadelphia circuló en 1794 y luego se convirtió en la más confiable a nivel mundial, con la cual se realizan actualmente transacciones comerciales y financieras en casi todas las naciones.
Panamá, El Salvador y Las Bahamas también adoptaron la dolarización y algunos países latinoamericanos han demostrado su interés de insertarse en este modelo monetario.
El 21 de enero fue derrocado el presidente Mahuad y lo reemplazó un efímero triunvirato hasta que asumió el mando el vicepresidente Gustavo Noboa, quien respaldó y viabilizó el encauzamiento de la dolarización, que se oficializó mediante decreto 034 que se publicó en el Registro Oficial el 13 de marzo, bajo la denominación de Ley de Transformación Económica del Ecuador.
Prestigiosos analistas coinciden en que la dolarización fue la mejor opción para evitar que el país caiga en un proceso de hiperinflación y se pierda, más aún, el valor de la moneda nacional, que se devaluaba de manera vertiginosa y se cotizaba ya a 25.000 sucres por dólar, valoración que se adoptó al instituir tan relevante reforma.
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