No a dispersión electoral

El Consejo Nacional Electoral propone a la Asamblea cambios en la elección de asambleístas.

La reforma es para profundizar la democracia, dice la presidenta del CNE. Al plantear el método Webster en sustitución del D’hondt, El CNE se pronuncia por una exagerada dispersión de asambleístas, que lleva a la parálisis legislativa.

Esa alternativa debe desecharse. Alemania es la única entre las grandes democracias en utilizar Webster. Pero la agrupación política que no alcanza un cierto mínimo de escaños, pierde los que ganó y queda fuera del Bundestag. 

Democracia es el gobierno de mayorías con respeto a las minorías. Buscar que la legislatura esté conformada de activistas de causas, o caudillos locales, sin adhesión a un proyecto nacional, no es profundizar democracia sino fomentar el desgobierno. El debate mundial hoy es entre gobiernos autoritarios con ropaje constitucional, y la democracia.

Los autoritarios se mofan de las democracias, por los límites al poder de sus gobiernos. Maduro se puede burlar de Moreno y Piñera, por no mandar pandillas armadas en motocicleta a masacrar manifestantes, ni apresarlos y ejecutarlos.

Sería un error reformar el sistema electoral de tal manera que el nuevo presidente esté condenado a gobernar con una mayoría legislativa de oposición. La falta de efectividad de los gobiernos, a la postre llevaría a la instauración de un gobierno autoritario. Cuando no hay cultura política que respete las reglas del juego democrático, el mejor sistema electoral no garantiza un funcionamiento armónico de los poderes del Estado.

En 1978 y 2007, tuvimos elecciones bajo sistemas que favorecían mayor representación de los partidos más grandes. Pero en ambas ocasiones, los candidatos respondían no al candidato (Roldós y Moreno, respectivamente), sino al dueño del partido (Asaad Bucaram y Correa) con resultados desastrosos.

Pero hay que procurar el mejor sistema electoral posible. Lo óptimo es la conformación de distritos de aproximadamente el mismo número de electores, en que se elige uno o dos candidatos en cada distrito, y con la elecciones legislativas en dos vueltas. Eso facilita la polarización de la representación legislativa en un bloque oficialista y uno de oposición, con representación menor de terceras fuerzas. Con ello, el gobierno tiene buenas posibilidades de aprobar leyes, y el bloque opositor se posiciona como favorito para los siguientes comicios.

Los partidos (movimientos o como se los llame) que aspiren captar el poder, deben desarrollar estructuras nacionales, tener una propuesta que atraiga a la mayoría.

Si se quiere mantener las listas, hay que evitar sistemas que favorecen la dispersión. Mejor D’Hondt que Webster, y con elecciones legislativas en las segunda vuelta.

Suplementos digitales