En 100 países del mundo, las mujeres tienen prohibido realizar ciertos trabajos solo por ser mujeres. Más de 150 países tienen al menos una ley que discrimina a las mujeres. Apenas 18 países están libres de toda ley discriminatoria contra las mujeres.
Esto es solo la punta del iceberg de barreras legales que enfrentan las mujeres para alcanzar su máximo potencial económico. Una nueva investigación del Grupo del Banco Mundial del informe Mujeres, Negocios y la Ley 2016 muestra que en 32 países las mujeres no pueden solicitar un pasaporte de la misma manera que los hombres, o que en 18 países no pueden conseguir un empleo si sus esposos sienten que no será beneficioso para sus familias. Jordania e Irán están entre ellos. En 59 países no existen leyes contra el acoso sexual en el trabajo.
Los países cuyas leyes discriminan a la mujer y no promueven la igualdad sufren en materia económica. Investigaciones indican que la brecha de género en capacidad emprendedora y participación laboral deriva en pérdidas de ingreso que se estiman del 27% en Oriente Medio y África septentrional, 19% en Asia meridional, 14% en América Latina y el Caribe y 10% en Europa. Cuando se les permite a las mujeres trabajar en una profesión de su elección, cuando tienen acceso a servicios financieros y cuando están protegidas, por ley, de la violencia doméstica, no solo se encuentran empoderadas económicamente, sino que viven más. Cuanta más influencia tengan sobre el ingreso del hogar y cuanto más participen de la economía, será mayor la cantidad de jovencitas que asisten a la secundaria y los beneficios para sus hijos, comunidades y países. Cada año adicional de escuela primaria eleva el salario ulterior de una joven de 10 a 20%, mientras que un año adicional de secundaria lo hace entre 15 y 25%.
Si bien las mujeres de América Latina y el Caribe aún enfrentan muchos obstáculos para avanzar económicamente y siguen sufriendo altos niveles de violencia por parte de sus esposos o parejas, ha habido avances. Perú introdujo leyes nuevas que cubren el acoso sexual en espacios públicos. Y Jamaica derogó una restricción sobre trabajo nocturno femenino de 1942. México elevó las cuotas de género en listas en elecciones para distritos federales e introdujo el requisito de que candidatos masculinos y femeninos se alternen en las listas.
El sector privado también se beneficia. Una encuesta de 6 500 multinacionales mostró que las organizaciones donde las mujeres tienen una mayor representatividad en sus directorios son menos propensas a sufrir escándalos de sobornos o fraude. El vínculo entre la lucha contra la pobreza e igualdad de género es estrecho. Los diseñadores de políticas tienen una opción.
Pueden eliminar de su sistema toda ley que discrimine a la mujer. O pueden seguir con el statu quo y condenar a sociedades enteras a ser más pobres de lo que deberían ser.