Muy graves son las denuncias de una investigación de CNN en la que se acumulan indicios de que Julian Assange utilizó la embajada del Ecuador en Londres como centro de operaciones para interferir en las elecciones presidenciales de los EE.UU. y favorecer a Donald Trump, con la publicación de miles de correos electrónicos pirateados de Hillary Clinton y el Partido Demócrata.
Según el trabajo periodístico, el asilado se reunió con ciudadanos rusos y piratas informáticos en la sede diplomática, a la par que, semanas antes de que WikiLeaks recibiera de agentes rusos los materiales obtenidos de forma ilegal, contó con equipos de computación de alto poder para facilitar la transferencia de datos. Assange mantuvo contacto directo con altos funcionarios de régimen, incluido el ex canciller Ricardo Patiño, y se sirvió de esas conexiones hasta para amenazar a los empleados de la embajada ecuatoriana e imponer sus manejos en ella, infiere CNN de los documentos examinados.
En algún caso, tras una llamada telefónica al canciller de entonces Guillaume Long en Quito, revirtió la disposición del embajador Carlos Abad de prohibir al incómodo huésped toda visita no diplomática.
Sin el espaldarazo del gobierno ecuatoriano las interferencias en las elecciones del 2016 no habrían sido posibles. Aunque en el país no se produzcan todavía repercusiones judiciales y políticas de esa utilización de la embajada del Ecuador, CNN recogió las reacciones del ex presidente Rafael Correa. Destaco dos, que llaman la atención porque revelan el manejo de medias verdades tan característico de su sinuoso cálculo político. “¿Sabe cuántas veces yo he hablado personalmente con Assange? Nunca. No lo conozco”, dijo; y cerró esa afirmación con la que toma distancia de Assange, recordando que solo una vez lo entrevistó por Skype cuando el australiano trabajaba para Russia Today, el canal de televisión dependiente del Kremlin. En esa ocasión, el mandatario ecuatoriano le dio al entrevistador una curiosa bienvenida al club los perseguidos. Sin embargo, en declaraciones ulteriores a RT, reconoció que la búsqueda de asilo en la embajada ecuatoriana pudo ser influida por la entrevista. “Pese a la distancia, a través de Skype, me parece que hubo empatía…incluso hasta cierto grado de confianza con el entrevistado…” ¿Así que Correa puede afirmar sin inmutarse que no conoce a Assange?
El ex presidente reiteró su admiración por Hillary Clinton, deseaba su triunfo. “Trump es enemigo de nuestros migrantes, ¿por qué rayos vamos a apoyarlo?”, señaló. No obstante, antes de las elecciones en EE.UU., afirmó que a América Latina le convenía el triunfo de Trump “para exacerbar las contradicciones” y favorecer a los gobiernos “de izquierda”. En los migrantes, no pensó entonces.