La popular película de Roland Emmerich permite utilizar las escenografías sobre el día o los días después, por parte del gobierno de Guillermo Lasso luego de la protesta indígena. ¿Cómo gobernará y cuanto cambiará son las preguntas clave? ¡¿Cómo se administrará el conflicto -histórico y coyuntural – entre el gobierno y la Connie?
El régimen actuó con cautela, aunque con un tono provocador y desafiante. No se sabe si por inexpertos, pero la debilidad se escapó por la boca. Algunos voceros- se excluye al Ministro de Gobierno – siempre proclamaban represión y les desagradaba que no se la practique, a pesar del arrepentimiento que dicen tener cada domingo arrodillados y piadosos.
En este contexto, una deficiencia que se pudo anotar es que hay que instruir mejor a los mandos de las fuerzas del orden en materia de comunicación.
Aunque son obedientes y no políticos militantes, tuvieron un libre uso del lenguaje como si estuviesen en algún parlamento. Por eso se debe evitar absurdas generalizaciones. No se puede hablar de terrorismo por lo sucedido en Shusufindi. Revisen lo sucedido por la independencia de Argelia o la historia de los Tupamaros y la represión en Argentina de Videla y Masera para que comprendan lo que significa. Deben corregirse las precipitaciones para lograr una comunicación efectiva.
Se percibe que el gobierno estaría en una situación igual al primer día. Solo y sin aliados, con una agenda vacía para tres años que debe gobernar como un zurdo, pero escribir con la derecha. Lo más negativo de este diagnóstico es gobernar en un sistema presidencialista sin aliados, lo que puede precipitar a desenvainar el oxidado instrumento de la muerte cruzada.
Como compensación a los difíciles tiempos hay que anotar que los sociales cristianos han dado una lección importante sin ninguna negociación conocida. No dieron sus votos para la destitución del presidente Lasso. una muestra de practicismo y olfato para no trabajar para otros sin beneficios seguros.