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Amazon ha lanzado Amazon Go hace algunos días.
La idea es simple: una tienda donde obtienes lo que quieras de los estantes y el costo se carga automáticamente en el teléfono celular que llevas contigo. El costo de las compras va a tu cuenta bancaria o a una de tus tarjetas de crédito, y eso es todo. No hay problema, no hay cajero, todo fácil y rápido.
La primera tienda en la ciudad estadounidense de Seattle y está teniendo un tremendo éxito. Nadie es responsable del suministro de los artículos. Un sistema automático lo hace.
El objetivo es tener una tienda totalmente automática, donde ningún ser humano pueda cometer errores, enfermarse, hacer huelga, tomarse unas vacaciones o descargar problemas personales en el trabajo.
La industria petrolera estadounidense estima que dentro de tres años reducirá el personal requerido en cada pozo de 20 trabajadores a cinco. Los pequeños hoteles dentro de tres años tendrán una recepción totalmente automatizada. Llegarás, deslizarás tu tarjeta de crédito, recibirás una llave de tu habitación y basta. Si necesitas algo, llamas a una oficina central, donde las personas responderán sus preguntas y harán lo que estaban haciendo todas las personas de recepción en cada hotel que serán borradas.
Ya estamos acostumbrados al teléfono automático para reservaciones: y para hacer nosotros las operaciones en el aeropuerto que anteriormente realizaban los agentes de policía. Los oficiales de inmigración serán reducidos a un pequeño equipo, que solo intervendrá si lo llaman las máquinas de a cargo de las operaciones en cada ventanilla.
Contrariamente a lo que pensamos, los vehículos autónomos están llegando rápidamente: los fabricantes de automóviles creen que estarán en el mercado para el año 2021.
En Estados Unidos, según el instituto de investigación ABI, la cantidad de robots industriales aumentará en casi 300 por ciento en menos de una década.
El Buró Nacional de Investigaciones Económicas descubrió que por cada robot industrial introducido en la estructura laboral, se eliminan seis empleos. Después de la industria del automóvil, el sector más fuerte en este proceso es el farmacéutico. Los robots pueden realizar operaciones tóxicas sin ninguna protección.
La Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) publicó una declaración que indica lo que esta revolución de los robots traería a Asia, África y América Latina. “Si se considera a los robots como una forma de capital que sustituye estrictamente a los empleos poco calificados, su uso creciente reduce la proporción del trabajo humano en los costos de producción. Los efectos negativos para los países en desarrollo podrían ser significativos” según este informe.