Sobre el contenido de la entrevista que sostuvieron en Guayaquil en julio de 1822, el Protector del Perú, José de San Martín, y el Libertador-Presidente de Colombia, Simón Bolívar, ha existido un antiguo, y de alguna manera, inconcluso debate. Por lo general, se asume que fue “secreta”, que lo que allí se dijo sus protagonistas se llevaron a la tumba. Pero hay muchas especulaciones y deducciones. Sobre todo, hay una cuestión de énfasis respecto de las actitudes concretas de los personajes.
Hay una inmensa cantidad de fuentes citadas, referencias indirectas, documentos apócrifos preparados para el efecto, versiones de ficción literaria sobre el hecho. Pero existe una breve y sustancial relación de la entrevista, el informe que el secretario general de Bolívar, José Gabriel Pérez, redactó el 29 de julio de 1822 en Guayaquil, sobre el contenido de las discusiones entre los libertadores. Se trata de un documento redactado y firmado por quien debía dar fe de los hechos.
De la relación de Pérez se conocen dos versiones. Una, la comunicación de 29 de julio al Secretario de Relaciones Exteriores de Colombia, y otra, de igual fecha y contenido, al general Antonio José de Sucre, entonces intendente de Quito, seguida de una corta nota de advertencia de que se trataba de un asunto reservado. Esta versión, que Bolívar dispuso se envíe a Sucre, fue citada por Vicente Lecuna en medio de una polémica con historiadores argentinos sobre la actitud de San Martín. Pero ambas versiones han tenido escasa divulgación y atención.
Ahora, por suerte, ha aparecido un nuevo documento original: el asiento de la carta a Sucre y la corta nota subsiguiente, que constan en el libro “copiador” del secretario general de Bolívar. El libro original se halla en el Archivo Nacional del Ecuador en Quito. Los libros “copiadores” son aquellos que se conservaban en la oficina de origen como respaldo de la correspondencia, en épocas en que no había papel carbón, fotocopias o microfilms.
El descubrimiento lo ha hecho el investigador colombiano Armando Martínez, en el marco de su trabajo en el programa de Posdoctorado en Historia de la Universidad Andina Simón Bolívar Sede Ecuador. De la importancia del documento no cabe duda. Se trata del registro auténtico, antes desconocido, del secretario que remitió las comunicaciones. Además de su valor propio, es un instrumento original para respaldar el contenido de las versiones conocidas sobre uno de los hechos fundamentales de la historia.
La Revista Procesos número 37 incluye la versión facsimilar y el texto transcrito del documento, precedidos de una introducción preparada por Armando Martínez. Es una gran satisfacción que el programa de posdoctorado de la Andina haya sido el espacio de este descubrimiento importante para la historia latinoamericana.