Es probable que las profecías mayas se hayan equivocado del fin del planeta, pero casi lo atinan en país del centro del mundo llamado Ecuador. Los astrónomos deberán certificar si se produjo una peligrosa alineación de astros en dirección a La Tierra en este punto, pues pocos ciudadanos de esta nación podrán olvidar que se produjo un microsismo político. En espacio de pocas horas, el oso dormido del Derecho Internacional Baltasar Garzón informó sobre las graves -el adjetivo es limitado- irregularidades cometidas para la designación de algunos de los integrantes de la Corte Nacional de Justicia. Una prueba de que “la metida de mano”, más que un hecho burocrático judicial fue una trama política para convocar y ampararse en un pueblo que garantice la ruta de la concentración absoluta del poder del Estado.
Días antes se conoció que la Cámara de Representante de Estados Unidos, por una abrumadora mayoría de republicanos y demócratas, daba ‘carta blanca’ al gobierno de Barack Obama -como en los mejores días de la Guerra Fría- para que investigue y controle la injerencia de Irán en los países latinoamericanos y particularmente los de la Alba del cual somos miembros y probables sucesores de su conducción. Al parecer las agencias de inteligencia del país del norte interpretaron que hay un hilo conductor entre nuestras relaciones internacionales con ese país, los intentos de tener relaciones financieras, por encima del GAFI y hasta las tristes declaraciones en Buenos Aires sobre el atentado terrorista del AMIA.
El tercer planeta que se alienó fue Pedro Delgado con su renuncia y la aceptación de errores de juventud respecto a la titulación universitaria. Fue sorpresiva para el ciudadano común, aunque no para el Régimen, que al parecer logró un pacto concertado para evitar males mayores, no tanto en función de una campaña electoral donde compiten solos en un inaudito match a un solo round sino a mediano plazo en el cual es posible un imparable desmoronamiento interior. Parece que alguien del círculo cercano recordó las lecciones de la implosión de la Unión Soviética.
El ciudadano preguntará si la conjunción planetaria afectara al escenario político. Si el que pregunta es militante de Alianza País puede estar tranquilo porque la derrota electoral no está en ninguna agenda; si no lo es, antes que lo abrume el desencanto, debe admitir que el desgaste político solo se acelerará si la economía desciende bruscamente; además, que en este país, políticamente, solo se trabaja para las elecciones o cuando el Gobierno de turno se auto precipita en una crisis como la bancaria y, en otros casos, por ociosidad y elemental falta de estrategia política de los gobernantes.
Los astrónomos mayas predijeron otra cosa. Los expertos coinciden que se referían a una nueva era y no al fin del mundo ni menos a un cambio de gobierno.