LA CUMBRE DE LAS AMÉRICAS

En la ‘Ciudad Amurallada’, no solamente por sus tesoros arquitectónicos patrimoniales, sino por un imponente despliegue de seguridad para preservar la integridad de los jefes de Estado de toda América, se inicia una cumbre crucial.

La VI Cumbre de Las Américas tocará temas de máxima actualidad como el narcotráfico, la inseguridad, la pobreza y los avances tecnológicos.

La guerra contra el narcotráfico se encuentra en un punto de inflexión. Millones de dólares, armamentos sofisticados y sistemas de inteligencia e innovadores avances tecnológicos no han sido suficientes para derrotar al negocio ilegal que tanta muerte y destrucción causa.

Poner de acuerdo a países productores y consumidores es un primer reto. Acaso el punto de partida para debatir a futuro nuevos ejes y hasta una posible legalización del consumo, que no puede ser adoptado de modo individual sino como una delicada y costosa solución global, con impactos colaterales en salud pública.

Lo cierto es que el narcotráfico es problema continental y mundial, y de relevancia y, aunque haya ciegos que no lo quieran ver, en un mundo globalizado sus impactos tienen que ver con el crimen organizado, el sicariato y el lavado de activos. Las consecuencias sangrientas las están pagando varios conglomerados ciudadanos y han llegado al Ecuador. En ese contexto, la conexión evidente con la inseguridad pública y los problemas conexos como los de la pobreza, la falta de calidad educativa y el acceso a la tecnología, estarán flotando en la Cumbre, tanto como una futura invitación a Cuba.

Más allá de las muchas cumbres desperdiciadas en discursos y vitrinas, esta, de las Américas, parece ser una cita de enorme importancia y actualidad.

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