El libro dice que la culpa es de la vaca y en el Ecuador todos los casos denunciados se atribuyen hoy a la época electoral. El país marcha hacia nuevos comicios con algunas caras nuevas pero más de lo mismo y un electorado sin mayor interés en los temas importantes. En esta época de deslegitimación al que dice algo en contra del poder y lo encasillan como opositor, todo es atribuible al momento político y con ello se tapan hechos de corrupción e irregularidades que se denuncian con pruebas testimoniales y documentales. Las respuestas son los insultos pero si desvirtuar los contenidos.
Resulta un cuento electoral la danza de los millones de dólares en Cofiec, banco en manos del Estado, señalados en informes de la Superintendencia de Bancos y que pasó a manos de la Fiscalía y allí se encuentran, bien gracias. El préstamo al argentino Duzac, sin garantías, y otros créditos vinculados admitidos por la autoridad de control, varios de ellos irregulares por no presentar estados financieros auditados ni información completa. Hasta hoy no hay responsables porque el tema seguramente es electoral y desde el poder se califica la inocencia, en medio del temor de investigadores y administradores de justicia.
El caso de la valija diplomática con droga que fuera a Italia a comienzos de este año, una vergüenza para el país, está en manos de la Fiscalía y allí se encuentra, bien gracias. En Italia existen detenidos pero aquí nada. Sigue en investigación y seguramente el tema es electoral hasta que los ecuatorianos se olviden definitivamente.
Los procesos por irregularidades y acusaciones de peculado en contratos del Ministerio del Deporte, que datan del 2008. Solo han pasado cuatro años y eso no es nada, de acuerdo a los principios de agilidad, celeridad y oportuna administración de justicia, prescritos en el ordenamiento jurídico. No hay detenidos sino unos prófugos, otros tranquilos y desafiantes y los casos se dilatan hasta que llegue la campaña, se acuse de usar el tema políticamente y los ecuatorianos se olviden definitivamente.
Se denuncian irregularidades en el manejo de empresas que fueron incautadas y están en manos del Estado. No esclarecen los balances ni las pérdidas millonarias, con inconsistencias en cuentas y gastos elevados y la culpa es de la campaña electoral.
Se denuncian presuntas irregularidades y sobreprecios en contratos del Consejo de la Judicatura de Transición con datos concretos y pruebas testimoniales y las investigaciones, bien gracias. Otro caso que se rechaza con el argumento de que se trata de una denuncia de campaña electoral. Lo cierto es que toda la culpa de estos y otros casos de corrupción y los que se hagan a futuro corresponden a denuncias electoreras y hay gente que se traga el cuento sin siquiera informarse o pedir explicaciones.