El Ecuador es un país de cuentistas, en el mejor sentido que se les puede dar a estas palabras, por supuesto, pues desde que el enorme Pablo Palacio y el imaginativo José de la Cuadra irrumpieron en la literatura nacional durante el siglo XX, han nacido aquí varias generaciones de grandes exponentes de este género narrativo del relato corto y del cuento.
Este 2019 leí un buen número de obras de los mejores cuentistas que tiene el Ecuador en la actualidad, empezando con el ampliamente reconocido y brutal libro de María Fernanda Ampuero, ‘Pelea de Gallos’, una obra que ha recibido innumerables elogios y que no deja indiferente a ninguno de sus lectores. Y también pude disfrutar y sorprenderme con la ópera prima de José Hidalgo Pallares, premiada además con el “Joaquín Gallegos Lara” de cuento, ‘El Manual de la Derrota’, obra de gran calidad, contundente, pulida y creativa.
Las escritoras ecuatorianas han despuntado en los últimos tiempos con una fuerza tremenda. Solange Rodríguez y ‘La Primera vez que vi un Fantasma’ es otra de las buenas obras que he podido leer el último año. ‘Golems’, el segundo libro de cuentos de Marcela Rivadeneira es un libro que recomiendo de manera especial por su fina narrativa (algo que ya nos demostró su autora en ‘Matrioskas’) y su alta dosis de fantasía.
Juan Manuel Rodríguez, escritor hispano-ecuatoriano, publicó al cabo de algunos años otro gran libro de relatos cortos, ‘Trepar la nube’, una obra sorprendente, imaginativa, de prosa limpia y refinada como la que ha caracterizado a su amplio catálogo novelístico. Diego Oquendo Silva, periodista, poeta y narrador, nos entregó este año una colección de relatos íntimos, serios, muy bien escritos, bajo el sugerente título de ‘Los pájaros prefieren volar en la tierra’.
Max Vega, escritor joven que había incursionado en novela, publicó su primer libro de cuentos titulado ‘La décimo tercera forma’, una polifónica y atrevida apuesta de relatos concatenados en el tiempo y en el espacio con sugerentes personajes.
Por último, recomiendo también a tres autores extranjeros consagrados que me han sorprendido con obras sublimes en este maravilloso mundo del relato corto: Mircea Cartarescu con ‘Las bellas extranjeras’, una colección de tres narraciones llenas de belleza, rigor estético, sorpresa y profundidad; Juan José Saer, el recordado autor argentino, uno de los mejores exponentes de la literatura de ese país, con su libro ‘A medio borrar’, compilación de cuentos, argumentos y la preciosa nouvelle de la que toma el título de la obra; y, el gran escritor italiano Ítalo Calvino con una verdadera joya de este género.
‘Por último el cuervo’, un conjunto de historias impactantes, hermosas, sugerentes, escritas durante varios años durante la guerra y la post guerra, publicadas en 1949, cuando este autor, apenas un joven que empezaba su carrera literaria, despuntaba ya como una de las grande plumas europeas del siglo pasado.
Un feliz año para todos los lectores.