Las cuentas nacionales

Las nuevas cuentas nacionales hechas por el Banco Central del Ecuador evidencian un Ecuador más grande, con mayor peso de las actividades de servicio y una dependencia profunda en los hidrocarburos. El tamaño de la economía lleva a disponer en este año de un PIB per cápita cercano a los 6 000 dólares, o lo que es lo mismo una capacidad de generación de valor o productividad promedio de 500 dólares mensuales por cada uno de los ecuatorianos. En términos sencillos, hoy los ecuatorianos generan cuatro veces lo que hacían en el año 2000, pues vale recordar que a esa fecha las cifras alcanzaban 1 500 dólares anuales y 125 mensuales. ¡Con esto se acabaron los créditos concesionales! Para el 2013 es posible que el PIB nacional a precios corrientes alcance los 90 000 millones de dólares sobre la base de un crecimiento real del 3,5% y una inflación cercana al 5%. ¡Es mucha plata! Y eso es lo que se ve todos los días en los mercados. Gente que gasta, se endeuda y mantiene un ritmo vertiginoso. Lo que no se sabe, o mejor sí se sabe, es que esto no dura mucho y puede tener un fin doloroso, ya que no hay ahorro que cuide del país y sus habitantes en épocas duras.

Estos cálculos revisados que ahora incluyen más actividades demuestran una desviación de un poco más del 16 por ciento frente a lo que suponíamos era la realidad nacional. Así se ven los nuevos datos. Antes se pensaba que las actividades básicas seguían manejando la economía y ahora han aparecido nuevas que les sustituyen en su peso relativo. Por supuesto, la actividad de hidrocarburos sigue manteniendo su liderazgo especialmente en el campo del financiamiento. Claro, ahora se estudian 278 productos y 71 industrias frente a 60 productos y 47 industrias de la matriz anterior.

Con estos nuevos datos, el peso del sector público dentro de la economía sigue en un nivel desproporcionado aunque un tanto menor de aquel al cual nos acostumbramos a mencionarlo. Bordea el 40 por ciento frente al 46 por ciento de las estimaciones con la metodología anterior, lo cual no deja de ser motivo de cuestionamiento, pues se ubica entre los más altos de América, sólo rebasado por Bolivia y muy lejos de aquellos que han conseguido deshilvanar los problemas de la pobreza y los mitos del subdesarrollo como Chile, Brasil, Colombia o Perú.

Frente a todo este marco de cambios, el Gobierno sigue una línea de gestión que congestiona otra vez el endeudamiento público. En los últimos años ha sostenido un aumento que representa una tasa del 70% de crecimiento en apenas cuatro años de gestión a pesar de ser los más generosos en términos de ingreso de toda la historia nacional. Por ahí se construye otra vez una crisis y confirma la amnesia colectiva de la historia reciente.

Suplementos digitales