Con una ley que abre Cuba a las inversiones extranjeras y el esperado reacomodo en sus relaciones con la Unión Europea (UE), el gobierno de Raúl Castro busca una palanca externa para superar la crisis que vive el país desde los años 90, mientras facilita el retorno, al menos financiero, de ciudadanos que viven fuera.
La nueva Ley de Inversión Extranjera, nacida con el rótulo de “trascendental”, fue aprobada el sábado 29 por unanimidad por el parlamento unicameral cubano y convoca a los inversores extranjeros a operar en todos los sectores de la planificada economía cubana, menos en cuatro considerados estratégicos: salud, educación, medios de comunicación y militar.
El objetivo, según puntualizó el ministro de Comercio Exterior y la Inversión Extranjera, Rodrigo Malmierca, es atraer unos USD 2 500 millones anuales. A su vez, el vicepresidente del Consejo de Ministros, Marino Murillo, destacó que así se logrará un desarrollo exitoso de la economía, con un crecimiento anual cercano a 7%.
Una maestra de 46 años dijo que espera que ahora la economía mejore, pero también recordó que su padre, ya fallecido y trabajador en un ingenio azucarero, le contaba que antes de la llegada de la revolución, en 1959, extranjeros “adinerados” venían a Cuba, instalaban sus empresas y se llevaban todas las ganancias a sus países. “Entiendo que ahora esa ley es para beneficio del país”, añadió bajo anonimato. Igual que esta maestra, otras personas consultadas por IPS confían en que la apertura traiga mejores condiciones para los 11,2 millones de cubanos. “La inversión extranjera es un paso necesario para saldar la crisis y también para el desarrollo de cualquier nación”, afirmó el ecologista Isbel Díaz.
La ley entrará en vigor en 90 días, cuando se publique en la Gaceta Oficial, y sustituye al decreto 77 de 1995. Entre ese año y 2002 se instalaron en el país unos 403 negocios conjuntos que se redujeron a la mitad en 2010. El volumen total de capital comprometido pasó de USD 5 200 millones a 4 200 millones s en todo el período. El exministro de Economía José Luis Rodríguez aseguró que ese abrupto descenso se debió al vencimiento de los contratos, incumplimientos de lo pactado y el desfavorable resultado económico de una parte de los proyectos. Otras fuentes agregan como razones las trabas burocráticas, impagos y casos de corrupción.
España encabeza hasta ahora los 15 países con negocios enCuba, seguido de Italia, Canadá, Venezuela, Francia, Gran Bretaña, Holanda, China, México, Angola, Alemania, Panamá, Brasil, Chile y Rusia.
La participación de Brasil crecerá a corto plazo, fundamentalmente en la Zona Especial de Desarrollo de Mariel, con respaldo financiero de ese país. Ese megaproyecto que se construye a 45 kilómetros al oeste de La Habana está llamado a convertirse en pivote del desarrollo cubano por la ubicación geográfica de su puerto, remodelado para recibir buques de gran calado.
IPS