Cuando los perros ladran

Si los perros ladran es señal que avanzamos, frase que se le atribuye a Don Quijotede la Mancha en su diálogo tan ilustrativo y profundo con Sancho, en la inolvidable historia clásica de Miguel de Cervantes. Ejemplo que se toma cuando faltan argumentos y solo se dedican a insultar, injuriar y denostar, en una demostración de los resentimientos sociales, en lugar de responder con tesis, ideas y argumentos a las críticas constructivas, fundamentadas y documentadas.

Camilo José Cela, filósofo español, académico y premio Nobel de Literatura, decía que en el trabajo periodístico al adulador se le premia con desprecio con una cicatera y despectiva palmadita en la espalda. Por eso es preferible recibir lo primero antes que agradecimientos con sonrisas fingidas.

Resulta honroso acoger las cosas sabiendo de dónde y de quiénes provienen. Más importa en 38 años de ejercicio profesional, en la misma línea crítica de siempre, el reconocimiento ciudadano nacional e internacional, que reacciones de políticos desprestigiados que les incomoda y no toleran cuestionamientos por las acciones u omisiones que cometen en el ejercicio público y que consecuentemente están expuestos en la vitrina por sus actividades. La dignidad y el honor no son solo palabras sino que se exhiben en los actos de la vida, sin doble discurso ni doble moral.

El reconocido pensador paraguayo, escritor y constitucionalista, Benjamín Fernández, sostenía, de cara a los políticos, que el perro ya no es el mejor amigo del hombre sino el chivo pero expiatorio. Justifican todo con sofismas alelectorado aunque Abraham Lincoln afirmó que al final no se puede tener engañado a todo el mundo todo el tiempo.

Al cinco veces presidente, José María Velasco Ibarra, en una entrevista en el valle de los Chillos que le realicé dos semanas antes de su muerte (marzo de 1979), le pedí un mensaje final y respondió con lucidez: al Ecuador le puedo enviar muchos mensajes. Que se acuerde de su gran historia; que se acuerde del dos de agosto; que sea un pueblo que haga respetar su soberanía y que no se deje manosear por el primer arbitrario que pretenda ser dueño de sus destinos.

Democracia es respeto a las instituciones. La Constitución, art. 66, consagra el derecho a opinar y expresar el pensamiento libremente, en todas susformas y manifestaciones. El derecho a asociarse, reunirse y manifestarse en forma libre y voluntaria. También existen responsabilidades (art. 83) de denunciar y combatir los actos de corrupción. Promover la unidad y no la confrontación extrema entre ciudadanos. Esto no es discrecional para nadie y peor cuando se debe dar buen ejemplo y no generar campañas sucias. La coyuntura les tiene angustiados porqueno han logrado lo que querían, por la vía legal o ilegal. Desesperados porque no pueden uniformar e imponer a todos el formato único.

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