Las áreas montañosas de los países andinos proveen de agua a las ciudades del litoral, albergan biodiversidad y son barreras naturales, pero el calentamiento amenaza esas regiones, habitadas por millones de personas.
“El retroceso de los glaciares es claro, y algunas comunidades dicen que el clima está cambiando. Las precipitaciones son más inestables, y en las ciudades de la Costa hay problemas de abastecimiento de agua”, resumió a Tierramérica el ministro peruano del Ambiente, Antonio Brack.
En Perú, Ecuador, Bolivia y Chile, los glaciares son la fuente principal de agua dulce, y su derretimiento ocasiona, entre otras consecuencias, menor disponibilidad para las ciudades de valles y zonas costeras.
La superficie total de los hielos montañosos peruanos disminuyó 22% en los últimos 35 años, con una reducción del volumen de agua de 12 %, según el Consejo Nacional del Ambiente.
Ante las amenazas que se ciernen sobre las alturas, las naciones de la zona formaron el Consorcio para el Desarrollo Sostenible de la Ecorregión Andina (Condesan), adscrito a la Alianza para las Montañas, creada en 2002.
A la fecha, 50 países, 16 organizaciones intergubernamentales y 107 organizaciones de la sociedad civil conforman la Alianza, apoyada por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
“Estamos ejecutando programas para prevenir incendios en los páramos, conservar los humedales y mejorar la administración de los sistemas de agua fresca”, describió a Tierramérica el subsecretario (viceministro) de Cambio Climático en el Ministerio del Ambiente de Ecuador, Marco Chiu.
La protección de las áreas montañosas fue un tema destacado de la 16 Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP 16).
En las regiones secas de Asia Central, Chile, Argentina y Perú, donde hay poca precipitación, los glaciares en retroceso causarán mucho mayor efecto en la disponibilidad de agua que en Europa o en zonas de Asia.
Desde 2008, Ecuador ejecuta un programa de adaptación y uso del agua, con 13 planes piloto en seis provincias y respaldo del Fondo para el Medioambiente Mundial y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
Desde 2008, Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia desarrollan un Proyecto de Adaptación al Impacto del Retroceso Acelerado de Glaciares en los Andes Tropicales (PRAA), con apoyo del Banco Mundial.
Esa región de casi 72 000 kilómetros cuadrados habitada por 1,1 millones de personas, posee una cuarta parte de los glaciares peruanos, de la cual un 30% se ha derretido, según la administración regional.