¿Cosas de Navidad?

Era el 23 de diciembre a las 17:00. A la altura del redondel de la Occidental y Mariana de Jesús aparece un vehículo azul y me rebasa por la derecha. Me lanza el carro y se pone delante. Freno bruscamente para evitar el choque. Por instinto pito con fuerza. El vehículo azul avanza y luego se detiene a raya. También detengo el mío. Se abre la puerta del auto azul y aparece un individuo descompuesto profiriendo insultos. Se dirige hacia mí batiendo amenazante sus brazos. Al ver los gestos cerré el vidrio de mi puerta. Imposible el diálogo. Continúan los improperios de alto calibre. Ante la falta de respuesta y la congestión que se arma, se alejó diciendo: "La próxima vez te mato hijo de p…" "Esta mañana (o -más bien- ayer miércoles 25 de diciembre por la mañana) estábamos con mi hija caminando por la calle de Las Casas, casi a la altura de la avenida América, cuando expectamos una situación de horror. Una dama iba cruzando la calle sobre el paso cebra (en ese sector de la ciudad, aún son cebras), en sentido sur-norte. De pronto, se puso verde el semáforo para los vehículos que venían en dirección oeste-este (por la calle Las Casas). Tres vehículos avanzaron raudos, pero uno -en particular- no contento con pitar a la peatona, aceleró todo lo que pudo, y embistió (parecía como que le apuntaba) a la peatona, pasando a pocos "milímetros" de su cuerpo. Siendo las 11:00 del día de Navidad, solamente 3 o 4 personas vimos lo sucedido. Mi hija y yo nos quedamos "espantadas". La peatona se quedó pasmada, y quien conducía el vehículo no frenó, ni desaceleró ni un poco. Yo calculo que venía a unos 70 km/hora, y venía bajando por la calle Las Casas con toda la fuerza de su enorme 4x4 blanco, con vidrios oscurecidos (tan es así que no pude ver si quien conducía era hombre o mujer, o qué aspecto tenía). (Tomado del Facebook de María Sara Jijón).

22 de diciembre.

Con mi esposa decidimos visitar el pequeño parque barrial recién inaugurado. Muy bonito. Con juegos para los niños y las niñas. Una cancha decente para indorfútbol y otra para ecuavóley. Se veía disfrutar a los niños y a los jóvenes. Pero algo saltó a la vista. La belleza del parquecito se empañaba con la suciedad que se acumulaba por doquier. Indudablemente una buena inversión en un sector donde no se había observado obra alguna desde hace décadas. "Si la gente no se organiza, por lo menos para no ensuciar, la acción municipal se diluye"… reflexionamos.

Luego de 45 minutos de espera al fin un taxi vacío. "¿Señor tiene taxímetro?"... "No, se me dañó"… "Entonces… ¿cuánto a la Río Coca?"… "4 dólares"… "Pero si desde aquí cuesta 1,50…" "Son 4 por Navidad… sino puede bajarse"… "Pare señor… me bajo…".

Estamos más violentos, menos participativos y más abusivos. No solo por Navidad. La olla de presión aumenta .

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