Rodrigo Albuja Chaves

Un nuevo revés

El rechazo de la Corte Constitucional al veto total a las reformas a la Ley de Educación Intercultural (LOEI), emitido por el Presidente Lasso, puso en evidencia su falta de argumentos para sustentar la tesis sobre la inconstitucionalidad de varios aspectos de ella. Al final del primer año de su período, una mayoría de ecuatorianos reprueba su gestión por carencia de sintonía con las necesidades nacionales prioritarias. La decisión de la Corte Constitucional refuerza el desprestigio del gobierno y el rechazo mayoritario a su orientación.

Las aspiraciones salariales de los maestros, que se han convertido en una tesis emblemática e histórica, ha sido objeto de controversias y enfrentamientos ideológicos; ellos han puesto en evidencia la falta de voluntad política de los gobiernos para encontrar formas adecuadas de reconocimiento a la necesidad de salarios justos y dignos para un sector importante del país. La insuficiencia de recursos que financien los ajustes ha sido la argumentación permanente que ha sumido a la clase del magisterio en situaciones inferiores frente a la estructura salarial del sector público.

El primer año de gobierno del presidente Lasso ha estado marcado por una impronta que lo singulariza: su apego y profesión de fe en los postulados neoliberales, con el culto al mercado y las presiones para deslegitimar al Estado, por ineficiente.  La privatización de los servicios públicos y el predominio de las políticas de equilibrio fiscal y austeridad, a fin de merecer el ingreso de la inversión extranjera, son sus prioridades. El compromiso de disminución del gasto público y otros que condicionan un nuevo desembolso del FMI relegarán las aspiraciones salariales de los trabajadores. Este argumento profundiza la inequidad e impide un replanteamiento de las políticas económicas, con criterio holístico, que requiere el país, orientadas al beneficio nacional. El mercado no es el ágora natural donde confluyen las fuerzas de la economía.

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