Ha hecho miles de fotos desde hace 40 años. Y es un personaje que queda para siempre en la historia de las salas de Redacción.
Guillermo Corral Neira ‘Corralito’ ha estado en EL COMERCIO década por década, ha visto pasar cientos de reporteros, ha sido testigo de la transformación tecnológica y pasó, sin dramas, de la cámara de rollo a la digital.
Ahora que comienza a pensar en su retiro, recordamos tres imágenes clave captadas por él con su manera única de mirar la realidad y capturar los hechos.
La una, cuando mostró la persistente relación entre el poder político y la justicia: el ex presidente León Febres Cordero a la salida de una reunión “reservada” con jueces de la Corte Suprema.
La segunda, cuando a través del ojo de la cerradura de un enorme portón captó, en exclusiva, al empresario español Martín Berrocal. Fue la prueba de que el personaje, víctima de un largo secuestro, había sido liberado.
Y, la tercera, el gol de Iván Kaviedes con el que Ecuador empató a Uruguay y la Selección se clasificó, por primera vez, al Mundial de Fútbol.
Por esas y muchas otras fotos ha ganado premios nacionales y mundiales, pero al preguntársele ¿por qué es famoso?, con su emblemática humildad responde: “Solo es el oficio de estar atento”.
Gracias a su ejercicio incansable, ‘Corralito’ es, sin ninguna duda, uno de los más grandes fotorreporteros del país.
Él simboliza las virtudes de todo periodista: la búsqueda cotidiana del momento histórico, del instante inolvidable, del hecho trascendente, del decisivo pedazo de historia personal o social.
Desde ayer, EL COMERCIO puso a circular ‘El rito en la arena’. Se trata de un compendio de las mejores fotos de la otra pasión que a ‘Corralito’ cautiva: la fiesta de los toros.
Acompañadas de textos de periodistas, aquellas fotos y el concepto estético de Ponto Moreno y Édison Velasco logran un libro de excelencia.
‘Corralito’ es un símbolo: comprometido con su trabajo, listo para cualquier cobertura, seguro de que el reportero no tiene horario.
En los viajes le gusta escuchar salsa, pero, observador como es, si ve algo interesante pide detener el auto para tomar fotos. Cuando algo no sale bien putea y se muere de las iras, pero tiene una chispa singular para contar anécdotas y cachos y jugar cuarenta.
En una época compleja para la prensa, en la que se intensifica la estrategia para desacreditar el trabajo informativo no alineado con el poder, este texto corrobora que el periodismo en el Ecuador está intensamente vivo.
Y en este oficio a prueba de cualquier intento de silencio, ‘El rito en la arena’ -como la tarea diaria de miles de trabajadores de la prensa- expresa la voluntad de seguir contando la existencia desde la misma existencia, de registrar la vida. Es el periodismo que ‘Corralito’ nos enseñó a ejercer con mística, sensibilidad y valentía.