El marchista cuencano Brian Daniel Pintado ha dado una enorme alegría al Ecuador al coronarse campeón de la marcha en los Juegos Olímpicos de París, el jueves 1 de agosto de 2024, al cubrir 20 Km. en 1 hora, 18 minutos y 55 segundos, en una prueba similar en la cual, 28 años atrás, en 1996, triunfó el gran Jefferson Pérez.
Delegaciones ecuatorianas habían participado 16 veces en las Olimpiadas y al cabo de 72 años, el cuencano Jefferson Pérez de 22 años de edad obtuvo, por primera vez para el Ecuador, la medalla de oro en Atlanta, en la marcha de 20 Km, en un tiempo de 1 hora, 20 minutos y siete segundos en el Centennial Olympic Stadium.
A lo largo de los Juegos Olímpicos, nuestros deportistas han logrado seis medallas: 4 de oro y dos de plata. El mismo Jefferson Pérez consiguió la segunda presea, en el majestuoso estadio Nacional de Beijing 2008, cuando se hizo acreedor a la medalla de plata.
En Tokio 2021 el país alcanzó tres preseas: el carchense Richard Carapaz triunfó en el ciclismo de ruta, luego de una carrera impresionante. Fue el más inteligente y el más fuerte, durante una competencia de extrema exigencia. Con apenas 23 años, Neisi Dajomes fue la primera mujer ecuatoriana en ganar una medalla de oro, en halterofilia 76 kilogramos, y Tamara Salazar, al alcanzar la medalla de plata, también imprimió su nombre en esa misma Olimpiada.
El esfuerzo, el sacrificio, las privaciones exigidas por los entrenamientos y la preparación dura y constante, son los ejes que han permitido alcanzar la gloria a estos dignos representantes del deporte nacional.
Daniel Pintado cumplió una competencia excelente, la planificación de su carrera, la estrategia y la presencia de su entrenador fueron los factores impulsores de su extraordinario triunfo personal y nacional, dejó atrás a todos sus rivales, llegó solitario a la meta a paso de vencedor; dedicó su victoria, con generosa modestia, a todas las personas que trabajan arduamente para alimentar a sus hijos y proteger a sus familias. Este campeón cumplió, hace poco, 29 años, nació en la ciudad cuna de marchistas de élite, Cuenca, y con su triunfo vistió de oro al país entero; lo hizo al pie de la Torre Eiffel.
Estos destacados atletas engalanan el grupo de deportistas que exhiben los símbolos patrios con hidalguía, orgullo y valentía; han hecho brillar los colores de la bandera y vibrar los corazones con las notas entonadas, por ellos, del himno nacional. Es un conjunto excepcional en el que se incluyen el “Chito” Vera, boxeadores y futbolistas que refuerzan a famosos equipos del extranjero y enarbolan orgullosos su nacionalidad ecuatoriana y que, cuando son convocados a integrar la selección nacional, cantan reverentes la canción patria, antes de enfrentar encuentros complicados, como lo hicieron con la selección campeona mundial, que los venció, con enorme dificultad, por un golpe de suerte. Este extraordinario enjambre de deportistas no es, en su mayoría, ni de alta alcurnia, ni de elevado abolengo, tampoco son los políticos ambiciosos, sedientos del poder, que abundan en nuestro medio.
Qué contradicción entre estos patriotas humildes, sacrificados y triunfadores con el expresidente altisonante que pide, sin escrúpulos, sanciones para su pueblo que se opone a liberar a un recluso sentenciado por corrupción; qué contradicción con los afanes desesperados del bloque parlamentario que acoge a delincuentes, de enjuiciar a la mujer que ha tratado de enderezar a la justicia y frenar a la narco-política, la Fiscal General. Qué contradicción con la comisión de justicia que arma subrepticiamente un absurdo careo entre la Fiscal y un narco delincuente. Qué contradicción con la asambleísta que en la interpelación a la Sra. Canciller, apoya, irresponsablemente a los diplomáticos y al presidente del país extranjero, que da asilo a prófugos y delincuentes y que ha demandado internacionalmente al Ecuador; qué contradicción entre los patriotas que, con ardua preparación y enorme esfuerzo, triunfan nacional e internacionalmente y enaltecen el nombre de la patria, con ese grupo que avergüenza al país con su permanente delirio de limpiar a los prontuariados y que se solaza al respaldar a dictaduras asesinas que no dudan en matar a jóvenes y a opositores, y que pretenden, a través de un descarado y burdo fraude, perennizar la tiranía.
La gente responsable y honesta rechaza la delincuencia y rinde homenaje a los deportistas que dan lustre y repleta de orgullo a nuestro país.
Estamos alborozados por la consecución de la cuarta medalla de oro olímpica. ¡Gracias Daniel Pintado!