El régimen cubano calificó de “gusanos” a los ciudadanos que lograron escapar de la isla y viven en Miami. Un buen número de cubanos sobrevive gracias a las remesas que envían los “gusanos”. Desde acá es difícil saber lo que ocurre en Cuba porque la tiranía comunista no permite que salgan noticias desde que se produjeron manifestaciones exigiendo libertad. Gracias al internet la protesta se hizo viral y se difundió por 58 ciudades, por eso la primera medida fue suspender el internet.
La comunidad numerosa de cubanos en La Florida alcanzó a difundir las noticias y los videos que lograron filtrar. En ellos se ve la violencia de la represión, la utilización de jóvenes y policías de civil para hacer verosímil la versión de que el pueblo ha salido a reprimir a los rebeldes. Las imágenes muestran la violencia de los arrestos y los allanamientos de domicilios en la noche. A pesar de la militarización, de los riesgos y el temor, porque saben lo que pasa cuando son apresados, a pesar de todo, salió un grupo de jóvenes y quemó una tienda del gobierno; las madres de los presos intentaros una manifestación pero fue disuelta enseguida.
La comunidad cubana de La Florida se trasladó a Washington para pedir la intervención en Cuba. Este fin de semana acudirán en mayor número pues han contratado todos los buses disponibles. La semana anterior, cuando en los exteriores de la Casa Blanca se anunció por altoparlantes que el presidente de Ecuador apoya al pueblo cubano, la muchedumbre aplaudió. Ellos saben que están solos, que es imposible combatir a un gobierno que tiene controlado todo y está protegido por el mar que cumple las funciones del muro de Berlín. El gobierno de Estados Unidos no parece interesado en desestabilizar al régimen comunista, más bien tiene la presión de la comunidad de negocios para flexibilizar las relaciones.
La situación económica de Cuba es muy crítica, escasea la comida y las medicinas, los hospitales están abarrotados por el covid. El gobierno cobra el 10% de las remesas y ha prohibido la utilización de dólares, lo que reciben del exterior deben depositar en una cuenta oficial y el gobierno entrega una tarjeta magnética para evitar uso de dinero en efectivo.
Los you tubers y los influencers cubanos que no podían verse entre ellos, dice un amigo cubano, están todos ahora de acuerdo y piden libertad, derechos civiles, esperanza; demandas que nos parecen obvias, mínimas, especialmente para los jóvenes. Tienen, al tiempo, temores que jamás hemos sentido porque nunca hemos vivido en dictaduras como la de Cuba.
Y la izquierda, tan amante de la libertad, tan generosa en derechos utópicos, tan culta y humanitaria, no se conmueve con el deseo juvenil de los manifestantes cubanos. Sigue creyendo en las promesas del comunismo, sigue creyendo que las dictaduras, cuando son de izquierda, se llaman gobiernos progresistas; sigue creyendo en pajaritas preñadas.