Seguir a Kintto Lucas a través de Twitter resulta un pasatiempo de emociones extremas. Unas veces nos lleva al pasado a pleno mayo del 68, lo cual resulta gracioso en los tiempos que corren. En otras oportunidades nos hace preguntar, si es que la Cancillería no padece de bipolaridad grave; y en otras, las más de las veces, quedamos severamente acongojados, cuestionándonos bajo qué tipo de prejuicios mentales se está conduciendo la diplomacia ecuatoriana.
La cuenta del funcionario lo dice todo, sin tapujos, academicismos ni mesura. No hace ni el más mínimo intento por hacer una gestión cautelosa ni por medir el impacto que tiene su florida gramática. Él es de los excesos, otros funcionarios tendrán que minimizar las consecuencias de las decisiones políticas que adopta la Cancillería. Lucas es el de los desplantes.
A veces sucede de forma sincrónica: mientras otros funcionarios se dedican con ahínco y profesionalismo a tratar de reinstaurar el proceso de negociación con la UE, dando declaraciones pausadas y agotando los esfuerzos diplomáticos, a través de su tribuna tuitera, @compakintto empieza a desaforarse y se dedica a denostar con fervor religioso, en contra del supuesto TLC.
Nos deja con la sensación de que él se permite hablar a sus anchas, como si aún fuera el editor del pintoresco semanario “Tintají”, que circulaba en plena noche neoliberal, haciéndonos olvidar que hoy se trata del funcionario con el segundo rango de importancia dentro de la Cancillería. Al leerlo parece ser el muchachito desafiante del barrio pobre que reta al rico a la pelea.
Pero esta “bipolaridad” gubernamental no es nueva, aunque sobre este tema solo haya surgido hace unos meses cuando se dio el cruce de palabras con el Ministerio Coordinador de la Producción. Fue Nathalie Cely quien salió al paso, reivindicando la potestad del Comex de definir la política comercial. Lo curioso es que ahora la disputa se produce en cancha propia, al interior del Palacio de Najas.
Mientras Lucas decía airadamente que: “La UE no ofrece nada bueno solo quiere aprovecharse de Ecuador con un Tratado de Libre Comercio. Nos vieron cara de giles?”, a través de la Agencia Pública de Noticias, su Viceministro de Comercio Exterior reiteraba a los medios que las conversaciones con el bloque europeo no se habían roto, y que el país había mandado todas las aclaraciones del caso, como para que las negociaciones puedan retomarse.
Pero cómo van las cosas, @compakintto, el deslenguado, lleva la voz cantante. Mucho más hoy cuando corren vientos eleccionarios, y los simbólicos desplantes de reivindicación revolucionaria serán el plato de todos los días. Aquellos que le cuestionaron desde adentro, ahora están lejos como para polemizar con el anquilosado funcionario.