Una de las mejores virtudes del larguísimo feriado de noviembre fue permitir la lectura de los periódicos, lejos de los apuros y los sofocones de la ordinaria vida cotidiana. Y en tal sentido debe reconocerse que la edición de EL COMERCIO, del primero de ese mes resultó del todo memorable.
En efecto, no solo que dio amplia cuenta de la elección de Dilma Rousseff como la primera mujer que ocupará la presidencia del gigantesco Brasil, asunto aún más importante de lo que parece desde el comienzo y que por aquello mismo merecerá un comentario especial, sino que informó también sobre la culminación del notable puente que une a las poblaciones de Bahía y San Vicente y que igualmente deberá merecer una opinión específica, sino que además incluyó una completa entrevista al ex mandatario de México Vicente Fox, traído por los personeros de la Cámara de Industriales de Pichincha con motivo del nuevo aniversario gremial. Y por si algo faltara, hasta constó la triste noticia del fallecimiento de Theodore C. Sorensen, quien fuera autor de los más famosos y recordados discursos que a su momento pronunciara el presidente John F. Kennedy.
Pero si el análisis enfilare ahora hacia los criterios de Vicente Fox, debe admitirse que nada sorprendió más que el punto de mira de fondo, cuando dijo con tono rotundo que “la gente no necesita dádivas sino empleos” y cuando se refirió de forma peyorativa y hasta gastronómica al llamado socialismo del siglo XXI, dijo que había escuchado este tema’ “y no sé de dónde viene; no sé con qué se come; no sé de qué se trata”.
Sostuvo el ex Mandatario que el cambio “ ya lo dimos en nuestros países, durante una etapa del siglo XX. Que eso significó entrar de lleno a la democracia con libertad, también a la economía de mercado con responsabilidad, lo mismo que generar poderosas políticas sociales en cuanto al mejoramiento de los sistemas educativos, el progreso de la salud pública, la construcción de viviendas dignas y el combate contra la pobreza”.
Pero también agregó Fox que desde esa fase, varias naciones han sufrido una regresión y se han detenido, y sugirió clasificar a los Estados del continente en 3 grupos: el de los exitosos a los que les va bien, registran buenos niveles educativos, buenos ingresos, respetan al sector privado, promueven la libre iniciativa, perfeccionan los mecanismos de la democracia, impulsan la inversión y trabajan de forma mancomunada entre los sectores público y privado”. Avanzan con rapidez y citó a Chile, Colombia y Perú. Un segundo grupo avanza muy lentamente y citó a México, a tiempo que las demás naciones habrían regresado a los “viejos tiempos de la demagogia, del populismo, incluso del socialismo”.
Opiniones controvertidas y que deben entenderse desde el punto de vista del ex Mandatario mexicano, pero que también deben someterse a crítica para obtener conclusiones realmente valederas.