Un tupamaro condecorado
Fue en la ciudad de Guayaquil, en una reunión previa de algunos jefes de Estado de la Unión de Naciones Sudamericanas, Unasur, creada hace siete años por Hugo Chávez, donde recibió la condecoración al mérito en el grado de Gran Collar el presidente de Uruguay, José Mujica. Estefanía Celi, de EL COMERCIO, en una crónica escribió que lo tuvo en su cuello los cortos pasos del centro de la tarima hasta el micrófono; esto es, ni un minuto, y afirmó: “Yo no soy un héroe. No me chupo el dedo con un homenaje”. Fue militante del “Movimiento de Liberación Nacional”, creado por el legendario abogado sindicalista Raúl Sendic de militancia socialista y asesor de los Azucareros de Artigas, con quienes organizó protestas para tener mejores salarios. Era 1960 y sus tácticas se extendieron a Montevideo durante 15 años para enfrentar al ejército regular, con evidente protección de su pueblo. Se integró a universitarios, diversos profesionales y núcleos de mujeres, para ejecutar actos heroicos. Su nombre viene de la lucha del cacique Túpac Amaru de la década de 1810, tiempo del líder José Artigas y su movimiento armado. Sus proclamas “Habrá Patria para todos o no habrá Patria para Nadie. Tupamaros. Patria o Muerte. Venceremos”. El condecorado Mujica no viajó a Quito para la inauguración del edificio de Unasur, como tampoco lo hizo Michelle Bachelet, presidenta de Chile.
La juventud Tupamara de los años sesenta del siglo XX, tuvo que esperar casi 50 años para que el militante José Mujica llegara al poder que lo entregará en tres meses a Tabaré Vázquez. Las acciones del MNL deben recordarse: 1. Expropiaciones de dinero de la burguesía local y de firmas extranjeras, como la Mailhos y la financiera Monty; 2. Asaltos al Banco de la República; 3. Asalto y provisión de todo el armamento del arsenal de la Marina; 4. Secuestros de diplomáticos, de agentes de la CIA como Dan Mitrione y Claude Fly, y de prominentes políticos, así como del Director de Inteligencia de la Policía, quien fue ejecutado. Los mejores actos fueron motivo de la película “Estado de sitio”, del cineasta francés Costa Gravas.
La sede de Unasur se abrió el 05-12-2014 vísperas del día de Quito. Se superpuso la gigantesca obra de la mitad del mundo a la tradicional sesión solemne del Cabildo. La lujosa edificación que tuvo un costo de USD 43,5 millones, requirió de elementos metálicos de alta complejidad para estar suspendidos en 50 metros al aire, en base a un soporte de hormigón compacto de 1 500 m2, que requirió de 2 300 toneladas de acero. Hay dos subsuelos, uno para las cabinas de control del Salón de Presidentes y el auditorio, y otro para los medios de comunicación y reuniones. Los vidrios volados son del tipo cámara, con espacios térmicos que mantiene fresco el interior, con pisos LED de tono azul. Sus dos naves voladas desarticulan el paisaje natural de la zona. ¿Cuál será el costo de mantenimiento de esta obra faraónica?