Orlando Milesi/ Inter Press Service
La infraestructura vial y logística en América Latina y el Caribe está al borde del colapso, amenaza las exportaciones de recursos naturales y encarece las importaciones, lo que coloca a la región ante un combinado desafío de inversión, inteligencia y capacidad de liderazgo, coinciden expertos.
“Los temas de la infraestructura para los recursos naturales han estado muy escondidos dentro de la agenda política”, dijo Gabriel Pérez, de la división de Recursos Naturales e Infraestructura de la Cepal.
La infraestructura ha desempeñado un papel crucial como facilitador de las actividades económicas e históricamente se desarrolla en función de los requerimientos de sectores de exportación más relevantes.
Según el estudio “Hacia una nueva gobernanza de los recursos naturales en América Latina y el Caribe”, de la Cepal, una infraestructura eficiente repercute en todas las actividades económicas y, en el contexto de los recursos naturales, esto incluye no solo a los exportadores de productos básicos, sino también a los proveedores locales y las industrias relacionadas. Además, encarece el costo de las importaciones desde tecnologías hasta alimentos.
Entre 2003 y 2011 la demanda de transporte de los principales recursos naturales de la región aumentó 56%. En tanto, desde 2012, con la desaceleración de la economía mundial, han quedado atrás los precios máximos registrados en 2007 y 2011, justo antes y después de la crisis mundial de 2008 y 2009.
Sin embargo, América Latina y el Caribe tienen costos logísticos que pueden ser hasta cuatro veces más altos que los de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos. En este escenario, propiciar una adecuada logística para los recursos naturales es un tema importante para el desarrollo de la región debido a que la falta de infraestructura o los altos costos logísticos imperantes dificultan la posibilidad de realizar encadenamientos productivos o reexportaciones con valor agregado.