¿Cómo promover la producción?

Columnista invitado

No es suficiente para ningún empresario, pequeño o grande, reformas tributarias específicas o subsidios al sector privado, para producirle la confianza necesaria, para inducirle a que se reanime a ejecutar proyectos de inversión y para estimularle a contratar más trabajadores.

Este Gobierno ha promovido reformas tributarias, Códigos de la Producción, ha atiborrado de publicidad los potenciales beneficios del cambio de la matriz productiva, sin embargo, el gasto público ha seguido siendo el gran motor del crecimiento económico. El rol del sector privado sigue siendo pequeño, la inversión extranjera no crece y el emprendimiento camina a pasos lentos. El empresario privado invierte lo justo para seguir produciendo pero difícilmente se arriesga a proyectos de largo alcance.

Las compras de acciones de empresas ecuatorianas en varias actividades e industrias no son inversiones adicionales que añaden valor a la economía. Son mayormente adquisiciones de paquetes accionariales a empresarios ecuatorianos. Los que luego de realizar la venta de sus acciones, en su gran mayoría, seguramente mantienen o remesan esos recursos al exterior, con lo que en la práctica no hay inversión extranjera adicional. Se trata de un pase mano. Antes el propietario era un ecuatoriano hoy es un mexicano, centroamericano o norteamericano.

Obviamente esto no anula casos donde el nuevo propietario extranjero amplíe el negocio, es decir, si lo hace con financiamiento interno es recirculación de la misma liquidez, pero si trae recursos del exterior sí estaría añadiendo valor y aumentando la inversión extranjera en el país.

No es coherente por un lado hablar de exportar valor agregado, reemplazar importaciones, emprender en megaproyectos, y al mismo tiempo imponer restricciones al libre flujo de capitales como el impuesto a la salida de fondos, endurecer las relaciones trabajador-empleador como lo establece el nuevo proyecto laboral o desconocer tratados de inversión con el exterior.
Un día se habla de fomentar una sana competencia entre empresas evitando procesos colusorios y de manejo de precios y a día seguido autoridades van a la OPEP a pedir cortes de producción de crudo para estimular un incremento del precio del petróleo desconociendo que eso atenta contra normas expresas de la libre competencia constantes en la ley antimonopolio de los Estados Unidos. Se ve a día seguido contradicción tras contradicción.

Los empresarios necesitan un rumbo certero de la política económica, un norte definido de las políticas públicas, estabilidad tributaria, una justicia independiente, un discurso más amigable con el sector privado, sindéresis en las decisiones y un accionar oficial acorde al mundo moderno, la apertura económica y las tendencias de la economía internacional. Caso contrario, seguirán más leyes, más discursos sin concretar una mayor participación privada y sin generar crecimiento económico.

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