Venezuela: ¿objetividad?

Frente a protestas contra Nicolás Maduro a través de redes sociales, alguien las cuestionaba, reclamando “objetividad” en la valoración de su gobierno. Simultáneamente un reportaje titulado “Ni Venezuela esta tan mal ni en Colombia estamos tan bien”, acusaba a los medios de maximizar los problemas de Venezuela y retratarlo como un país en la ruina y hambriento, “… donde un presidente loco y bruto toma decisiones…” del que solo se difunde la falta de papel higiénico y las filas en los supermercados. Resaltaba, al contrario, indicadores favorables a Venezuela, como menor porcentaje de desnutrición; mas jóvenes en estudios superiores y universidades públicas por habitante; mejor acceso a agua potable, vivienda y pensiones de vejez; mayor numero de hospitales, aunque “…. tampoco tienen gases ni jeringas ni guantes…”

El Colegio Médico de Caracas “no ajeno a la crisis del país”, matizaba la situación denunciando, por un lado, deterioro de servicios de salud, instalaciones y equipos; escasez de insumos y medicamentos – reconocidos por el gobierno- así como condiciones desfavorables para el ejercicio medico; No apoyaba, sin embargo, huelgas y paralizaciones, y reconocía logros sociales en vivienda popular.

Objetivamente; ¿Qué pasa en Venezuela? ¿Crece entre los venezolanos un sentimiento de rechazo al gobierno, desbordando lealtades antes mayoritarias, en tiempos de bonanza petrolera? ¿Perciben su intención de perennizarse en el poder como sea - respaldado por unas Fuerzas Armadas alineadas con el “proyecto bolivariano” - ignorando el pronunciamiento popular en las elecciones legislativas? ¿Interpretó adecuadamente la oposición el apoyo en las urnas como un guión unívoco a favor de un referéndum revocatorio presidencial? ¿Utilizó el oficialismo recursos legítimos para oponerse a dicho referéndum, válido cuando ellos lo utilizaron y esta vez no? ¿Tuvo la intención de deshacerse de la Asamblea Nacional, debiendo retroceder frente a la reacción nacional e internacional? ¿Seguirá con su pretensión de instalar una Asamblea Constituyente, conformada sin la legitimidad del voto directo, cuestionada por la propia Fiscal, con la engañosa promesa de hacerlo después?

Objetivamente; ¿Qué pasa en Venezuela? Los médicos de Caracas concluían “…. un apretón de manos es imposible si una de las partes mantiene el puño cerrado…”. El entrenador del equipo venezolano de fútbol sub 20 que por poco se corona campeón mundial, clamaba: “Presidente: paremos las armas….los chicos que salen a las calles lo único que quieren es una Venezuela mejor….” Objetivamente, las radicalidades a nada bueno conducen; como decía un médico argentino crítico de las visiones unidireccionales: “el dilema shakespereano de ser o no ser casi siempre termina en tragedia”.

Columnista invitado

Suplementos digitales