Entre papeles sueltos, encuentro notas que me ayudan a ver la vida con gracia, como si me pidieran ser comunicadas, esperando volverse pertenencia común entre usted y yo, no quedar reservadas en un papel que nadie leerá, escrito a mano, con mala letra (nunca pude asimilar lo de ‘despacito y buena letra’). Aunque quizá usted las haya leído u oído, vale la pena volver a ellas, a su inconsecuencia o su novedad… Respiremos: ‘Mis palabras se opacan en un paliativo de emociones, pero mis ideas son cuantitativas’. Está la frasecita registrada así, sin arreglo alguno por mi parte; la pronunció un elemento político, hace años… Quizá quiso contar que sus palabras perdían brillo al tratar de paliar su emoción, aunque sus ideas pudieran contarse con los dedos de la mano, ¡y lo logró!.
Oído a una supervisora de colegio secundario, aprobando lo dicho en una reunión de esas en las que siempre están los burócratas, cuando no pueden acercarse al teléfono o atender al padre de familia: ‘Fulanita, harás nomás lacta’…
La maestra se queja a la madre de familia, por su actitud: ‘Pero si yo le dije, nada de sopacar al chico’…
En un letrero de enfermera del pueblo: ‘Se pone inyecciones para enfermedades extras’. (Se ponen, debió escribirse, y lo de ‘enfermedades extras’ no deja de ser sugerente… En otros más: ‘Se cose camisas’; ‘Se vende camiones’; ¡cuidado, que estos son errores frecuentes! Y en otro: ‘Odontóloga a tiempo completo’.
Balneareo La Geoconda. Imposible dejar de alabar la voluntad de corrección del rotulito. El escribidor debe saber que patiaron, golpié, peliaste son formas incorrectas de patear, golpear, pelear: patearon, golpearon, peleaste; de ahí, el balneareo y la Geoconda, por si la ‘i’ del diptongo correspondiera al mismo error que la de patiar y golpiar… Para mayor abundamiento, muy cerca del Balneareo se leía otro letrero: ‘Se baña en oro’… ¿Qué tal?
‘Taller 4 fierros’. ¡Qué humildad tan encantadora!, ¿tendrá clientes el local?
‘Tijera de sastre independiente, por Juan H. Calle’. ¿Cómo lo entiende usted?
Veamos, para concluir, algunas curiosas etimologías. ‘Étimo significa ‘raíz o vocablo de que otro procede’ y, etimología, ‘Origen de las palabras, razón de su existencia, de su significación y de su forma’, pero no confiemos mucho en que ese origen y razón respondan al significado usual de los términos que examinamos.
José María Cabodevilla, sacerdote y ensayista español escribió, entre otros, un ensayo titulado ‘La jirafa tiene ideas muy elevadas. Para un estudio cristiano sobre el humor’, donde califica las etimologías de ‘engañosas o reductoras’. Candidato y cándido son términos de idéntico origen: ¿son los candidatos, ‘sin malicia’, ‘blancos, puros’? Los payasos deben ser ‘sacos de paja’; el pontífice, ‘tender puentes’, (el Papa actual lo ha hecho, a pesar de su reprochable actitud con Macri ¿es cristiano no aceptar al otro, o el exceso de confianza entre los dos –por argentinos ambos, es decir, de ‘pura plata’- lo autorizó? Y todo postre debe dejarnos postrados. Amén.