La visita del Presidente Moreno al Mandatario de Estados Unidos, para muchos ecuatorianos permitirá a nuestro país obtener buenas ventajas por la nueva relación amigable.
Hay dos asuntos básicos: el pago de aranceles (impuestos) de los productos que vendemos a EE.UU. en desventaja con Colombia y Perú que tienen similares producciones, pero ellos no pagan impuestos de introducción en virtud de un tratado comercial.
El negociador ecuatoriano Ministro Manuel Chiriboga, tenía muy adelantada la gestión para que EE.UU. agregue al Ecuador las ventajas de nuestros vecinos, pero –el pero de siempre- el gobernante de mal recuerdo no solo propició la salida de la Embajadora de los Estados Unidos en Quito, sino también -en contrapunto con el comprador- mantuvo a un enemigo llamado Julian Assange, llegando al extremo de hacerle “renacer” en Quito para darle ciudadanía ecuatoriana.
Que había una base en Manta para observación del narcotráfico: afuera. Penoso y largo es recordar toda la guerra que alejó cualquiera buena relación entre los dos países.
¿Nuevas inversiones económicas norteamericanas? Difícil.
Un Tratado Bilateral se encuentra paralizado desde hace tres años. Una Corte Constitucional al servicio del gobierno, dictaminó que era contrario a nuestra Constitución. Además, ¿qué inversionista puede arriesgarse si las normas legales las cambiamos constantemente y no dan seguridad jurídica? Corresponde comenzar a negociar el tratado.
El Presidente Trump dejó en claro que ese Tratado será similar al que ya celebró EE. UU. con Canadá y México. Según el Presidente mexicano sus condiciones son aceptables.
Una potencia económica y militar como Gran Bretaña se separó de la Unión Europea (Brexit). Consultado un economista alemán, que conoce muy bien a nuestro Ecuador, opina de esta manera: Este momento, todas las normas y derechos de la Unión Europea permanecen intactos hasta el 31 de diciembre de este año. La magnitud del impacto dependerá del acuerdo que Reino Unido (RU) firmará con la Unión Europea.
Si insisten en una alta libertad respecto al trabajo, los impuestos y las normas, habrá obstáculos aduaneros u otros para que RU acceda al mercado europeo. Los líderes europeos no aceptarán esto, para evitar que otros países hagan lo mismo que el RU; por lo tanto, tendrá que seguir pagando a la UE cierto dinero para el libre acceso al mercado, como todos los miembros de la UE. El RU ahora es formalmente independiente, pero realmente no saben lo que esto significará económicamente para ellos, ya que no existe un acuerdo comercial firmado con ningún país relevante. Si poderosos países como Gran Bretaña y China deben negociar atendiendo los intereses de competidores, ¿qué podemos decir de Ecuador?