Todos los Ministerios tienen ya su titular menos el de Salud Pública (MSP). Caben explicaciones. El poco interés que el Gobierno tiene por la salud de los ecuatorianos: no es una prioridad. Las ‘mesas de dialogo’, o los conciliábulos no han llegado a determinar el ‘perfil’ del nuevo ministro. Si en alguien se pensó, éste no estuvo de acuerdo con lo que se le exigía. De final de cuentas: una Ministra encargada, cuyos antecedentes, según se sabe por los medios de comunicación, no dan para mayor optimismo, por el contrario despiertan temores dadas sus vinculaciones con elementos cuestionados por la opinión pública. Vamos de mal en peor.
Como en todos los desventurados países del Tercer Mundo, en el nuestro no hemos sabido determinar el ámbito que le corresponde al MSP. Qué no han hecho los organismos internacionales como la OPS/OMS para llevarnos a la convicción de que la gestión en el campo de la salud debe orientarse a prevenir las enfermedades que afectan a las mayorías. Saneamiento ambiental, vacunación universal, atención de la embarazada, incluido el parto, y de la madre y el niño, agua potable, yodación de la sal de consumo humano, fortalecimiento de la harina de trigo con hierro, etc. Lo que se conoce como Atención Primaria de Salud. Con tal propósito fueron creados en nuestro país el Instituto Nacional de Nutrición, el Instituto Nacional de Higiene y Medicina Tropical y se dio inicio al Programa Nacional de Medicina Rural que incluía subcentros y centros de salud. Los resultados, admirables, inclusive en el campo de la investigación científica. A lo cual se sumó el claro entendimiento que prevenir las enfermedades era la mejor inversión que podía hacer un país en desarrollo. Cuando se contó con programas de control de los desórdenes por deficiencia de yodo por medio de la sal yodada y de la anemia con la harina de trigo fortalecida con hierro (en el gobierno de Durán Ballén, siendo ministro de Salud Pública Alfredo Palacio), nuestro país fue un referente en Latinoamérica (OPS/OMS).
Lo dicho a punta de esfuerzo y determinación. De vendaval en vendaval. A manera de sucinto recordatorio: desapareció el Instituto Nacional de Nutrición, el de Higiene y Medicina Tropical; fue desmantelado el Programa de Fortalecimiento de la Harina de Trigo con Hierro, el Programa de Medicina Rural sufrió distorsiones demagógicas, etc. Hasta el presente, un “programa pantagruelino” (OPS/OMS) de construcción de hospitales. Con un sistema de referencias que nunca funcionó, los hospitales del MSP repletos. Una de nuestras venas abiertas. De lo que cuesta la atención de un paciente en un Centro de Salud, el gasto se multiplica por 3 y 5 en los hospitales de 2do. y 3er. nivel. Requerimos de salubristas íntegros, conscientes de que prevenir las enfermedades es más importante que curarlas.