Lo que se ha dado en llamar “nueva economía” no es más que el conjunto de los modernos instrumentos electrónicos que utiliza la economía capitalista clásica. En este sentido, la “nueva economía” tiene que ver más con las tecnologías que con los principios y dogmas tradicionales del sistema económico capitalista. Entraña una cuestión instrumental antes que sustancial. Por supuesto que las nuevas tecnologías han aumentado la producción, productividad, competitividad y utilidad mediante empresas que funcionan en la red sincronizadamente y en tiempo real a escala planetaria.
La noción de nueva economía —“economía digital”— surge de la conjunción de los modernos softwares de la informática con el avance tecnológico de las telecomunicaciones y la aplicación de la robótica a la producciónindustrial. En ella la información se presenta en forma digital —mediante “bits”— y no analógica. La fibra óptica —que es un finísimo cable de cristal de cuarzo de alta pureza, diseñado para transmitir la luz a extraordinarias velocidades y con capacidad para transportar información 64.722 veces más rápido que el teléfono convencional— reemplaza al cable de cobre tradicional y tiene importantísimas repercusiones en el campo de la información. La fotónica, que es la transmisión de datos a alta velocidad por medio de impulsos de rayos láser a través de cables de fibra óptica, será la tecnología del futuro en el campo de las comunicaciones.
Los servicios financieros y el comercio han sufrido una revolución que ha modificado los hábitos y las conductas de los agentes económicos. El “e-commerce” —referido a mercaderías, materias primas, productos agrícolas, artesanías, dinero, títulos, “commodities”, información electrónica y otros bienes— se realiza por medio de internet, donde se acuerdan las compras electrónicas y se realizan los pagos.
La nueva economía tiene dimensión global: opera como una unidad en tiemporeal y a escala planetaria. El capital se moviliza las 24 horas del día por los mercados financieros globalmente integrados. Los flujos internacionales de dinero son descomunales. Miles de millones de dólares se negocian en pocos segundos a través de los circuitos electrónicos que abarcan el planeta.
Se han creado dos modalidades de trabajo empresarial para multiplicar laproductividad: el “offshoring”, que es el traslado de las instalaciones fabriles hacia un país de costes de producción más baratos —menores salarios, impuestos bajos, energía subvencionada, etc.— para fabricar allí en términos más competitivos; y el “outsourcing”, que es la subcontratación de servicios susceptibles de digitalizarse para que personal especializado más barato, rápido y eficiente —en China, India, Malasia, Vietnam, Singapur— asuma la tarea de prestarlo. Esto permite a una empresa trabajar las 24 horas del día, los 7 días de la semana, todas las semanas del mes y todos los meses del año.