Los hechos rebasan los discursos y la propaganda oficial, aunque estos últimos impacten más en quienes son indiferentes y no se preocupan de los problemas nacionales porque simplemente no les afectan directamente.
En el Consejo Nacional Electoral acaba de ocurrir un hecho que si hubiese pasado en la época anterior sería un escándalo contra la “partidocracia”. Primero, un proceso oscuro y cuestionado, realizado como todos por el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social, para designar a dos de los cinco vocales del organismo electoral.
Dos de los candidatos que exhibían mejor hoja de vida y experiencia en la materia fueron relegados porque no estaban identificados con el poder. Los designados sí lo estaban al punto que una tuvo que renunciar porque resultaba un descaro mantenerse pese a ser militante del movimiento oficial luego del denominado concurso de méritos y oposición. Por ello, le pidieron que renunciara pero lo hizo luego de participar en esa condición en la primera etapa de designaciones. Esto determinó que en ocho días cambien entre ellos las autoridades de la institución en medio de cuestionamientos internos en el movimiento.
La gran mayoría de partidos y organizaciones políticas del país no ha dicho nada como si no les interesara o no fuera con ellos, pero cuando venga un proceso electoral o hagan alguna petición al organismo y si se sienten perjudicados por la unanimidad oficialista, no deben tener la cara para reclamar cuando hoy no existe legitimidad y se han silenciado.
En materia de administración de la justicia, los hechos y los pedidos oficiales confirman la “independencia y agilidad” en unos casos y el retardo y la lentitud en las acciones contra representantes o ex altos funcionarios del Régimen. Hace poco un juez nacional llama al segundo juicio por graves indicios de irregularidades y peculado cometido por un ex ministro de esta administración, por hechos ocurridos entre el 2007 y 2008, es decir hace cerca de ocho años.
La misma Fiscalía General ha acusado al ex ministro porque no custodió los fondos públicos “para que sean manejados lícitamente, sujetándose a lo dispuesto en las leyes”.
Va el segundo juicio de ocho procesos por peculado (adquisición de implementos deportivos) con seis autos de llamamiento a juicio. De acuerdo al último dictamen acusatorio fiscal, hubo nada menos que 75 elementos de convicción. Justicia que tarda no es justicia, pero contra los críticos del poder, muy diligente.
La semana pasada se cayó el cuarto helicóptero Dhruv adquirido en esta administración, una compra que fuera cuestionada severamente en su oportunidad pero el poder respondió que todo era cuestión de la “prensa corrupta”. Esta adquisición también fue puesta en tela de duda por un excomandante general de la FAE, quien meses después murió tras un asalto a su domicilio, en un confuso hecho no esclarecido totalmente.