El uso de los aviones presidenciales durante la época de derroche y corrupción del correísmo tiene que ser investigado a fondo. Para ello debe exigirse la colaboración de la cúpula de las Fuerzas Armadas, cuya mayoría de sus integrantes (salvo honrosas excepciones), a la cabeza el número uno de la institución, se origina en el nombramiento que hiciera el prófugo hoy en Bélgica, y por tanto conocedores de tanto abuso y arbitrariedad.
Un comandante, según los reglamentos militares, es responsable de lo que sucede o deja de ocurrir en una unidad, por acción u omisión. Más aún, la Constitución, artículo 159, dice: “Las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional serán responsables por las órdenes que impartan. La obediencia a las órdenes superiores no eximirá de responsabilidad a quienes la ejecuten”.
La Contraloría debe exigir al Ministerio de Defensa que disponga la entrega de las bitácoras de todos los vuelos presidenciales para establecer lo que hicieran desde el poder y con ello que no haya más encubrimiento.
Hay serias presunciones de irregularidades en los vuelos presidenciales en la administración del déspota, que deben ser confirmadas o descartadas, en el debido proceso y con derecho a la defensa. Es la hora del esclarecimiento de los hechos y de exigir información a los ex altos funcionarios y a los responsables de la ejecución de los vuelos en la institución militar. Resulta que algunos ex servidores del correísmo se olvidaron de lo que hicieron y no quieren recordar los viajes que emprendieron.
Una muestra del uso de los aviones presidenciales, según fuentes militares, fue planteada al ex canciller, ex ministro de Defensa, alto dirigente de entonces de Alianza País y cercano colaborador del autoritario. El jueves 26 de octubre del 2017, en el informativo matinal de Ecuadoradio (radios Quito y Platinum) le formulé preguntas a este personaje de un viaje relámpago, que se resume así:
¿Viajó o no a Venezuela cuatro días antes de la segunda vuelta presidencial del dos de abril del 2017 en el avión presidencial? (tenían temores de perder esas elecciones). Respondió: yo no recuerdo cuantos días antes, yo no recuerdo. ¿Se registró en Migración para viajar allá? Yo me registro siempre. ¿Se registró en Migración en ese vuelo? Yo no seé a qué viaje se refiere. ¿Viajó con dos maletas? Yo no he dicho que he viajado cuatro días antes a Venezuela. No le he dicho porque no recuerdo lo que usted me está preguntando. Yo he viajado a varios países amigos. ¿Se registró en Migración en ese viaje? Yo siempre me registro. Yo no sé a cuál viaje se refiere usted. ¿Cuatro días antes de la segunda vuelta del dos de abril, en el avión presidencial, con dos maletas? Yo no recuerdo a los países que he viajado exactamente porque he viajado a muchos países amigos.