La pandemia aceleró en el mundo los procesos de crisis ya evidentes antes del 2020 y agudizó la concentración de la actividad productiva hacia los sectores de alta tecnología y comunicación. La urdimbre del proceso productivo se modifica y una buena parte del consumo altera su contenido; los modos de consumo y de acceso al mercado se transforman y transforman el contenido de la producción. (Ceceña).
La letalidad de esta pandemia no puede entenderse sino a través de la precariedad del sistema sobre el que se ha desenvuelto la vida, con prevalencia de mala alimentación, falta de salud, de fortaleza inmunitaria, como características generalizadas de gran parte de la población. La pandemia devela en su integralidad la crisis que habitábamos y la anormalidad que vivimos. (Millán).
En palabras de Jacques Attali, primer presidente del Banco Europeo para la Reconstrucción y Desarrollo, miembro del Consejo de Estado de Francia, Consejero Especial del presidente François Miterrand, la humanidad aún no ha comprendido la profundidad de la crisis y el costo de la recuperación será muy grave en términos de recesión, desempleo y miseria. No se ha asimilado la importancia de anticipar y evitar los sucesos devastadores que pueden ocurrir en el mundo; no se ha logrado evitar esta pandemia; no se crearon las condiciones para evitar una segunda ola de la pandemia; no estamos listos para otra pandemia; no nos preparamos para la posible siguiente catástrofe que es el cambio climático; aún si percibimos lo que se nos avecina, no hacemos lo necesario para evitar lo que pueda ocurrir. Sostiene que es difícil realizar una evaluación general y global de las consecuencias de la crisis actual, vista la diversidad de actuaciones de los gobiernos y de las políticas macroeconómicas que se instrumenten. Opina que la solución no se logra con la simple emisión de dinero, como lo han realizado los Bancos Centrales en Occidente y en muchos otros países; con ello se esconde la realidad de la crisis y sus consecuencias. Attali es lapidario al trazar el panorama económico de los próximos años: se debería implementar una “economía de guerra” es decir, asumir un rol activo desde el Estado para coordinar las respuestas a la crisis, incorporando al sector privado mediante directrices de producción prioritarias. Pero ese planteamiento no puede ser viable porque se necesita compartir una visión, sacrificar algo, que no es posible en la economía de mercado, con gobiernos liberales y políticos que tienen una visión ideológica diferente.
Y Fernando Savater opina que “hay algo en lo que todos parecemos estar de acuerdo: “el mundo no será igual cuando termine la crisis que estamos viviendo por la pandemia del coronavirus. Lo que nadie parece saber es cómo será ese mundo tan diferente”. Lo que piensan el economista francés y el filósofo español no nos dan lugar al optimismo.