Una pregunta a los candidatos

El año que empieza tendrá dos partes, ambas marcadas por las elecciones presidenciales y la crisis económica como telón de fondo.

En la primera parte del año, que irá hasta mediados de abril, el país estará sometido a la campaña para elegir Presidente de la República, Vicepresidente, asambleístas y parlamentarios andinos. La primera vuelta electoral será el domingo 7 de febrero y la segunda, el 11 de abril. Los candidatos -16 en firme hasta ahora- tendrán apenas un mes para ‘vender’ sus propuestas. Esa gran variedad de postulantes y el inmenso porcentaje de indecisos hasta ahora hacen muy probable que haya una segunda vuelta.

Mientras se define el próximo Presidente de la República y la estructura que tendrá la Asamblea, la crisis económica seguirá presente en el país, a la espera de definiciones por parte de las nuevas autoridades.

La segunda parte del año estará marcada por las primeras acciones del nuevo Gobierno a partir del 24 de mayo, cuando se tendrá que aplicar medidas para enfrentar una crisis económica, social y sanitaria.

Esa crisis seguirá independientemente de quién gane las elecciones, así que la pregunta clave para los candidatos no es qué harán en caso de llegar a Carondelet, sino cómo corregirán los actuales problemas para darle un rumbo al país.

Por suerte para los votantes, esa pregunta no puede aceptar respuestas generales o propuestas mágicas, ya que las cifras de la crisis son las mismas para todos los postulantes: déficit fiscal del 7,5% del PIB en el 2020, endeudamiento público del 65% del PIB, necesidades de financiamiento cercanos a USD 14 000 millones el año pasado.

Y en medio de esta realidad, los ingresos por impuestos ya no alcanzan para atender el pago de intereses y otros gastos, como señaló el exministro Fausto Ortiz. Con las justas alcanza para pagar la nómina, el Bono de Desarrollo Humano (BDH) y las transferencias a la Seguridad Social.

Si los ingresos por impuestos no alcanzan para hacer inversión pública y cumplir con otras obligaciones, no es difícil darse cuenta que las salidas a la crisis fiscal pasan por bajar los gastos, subir los ingresos o una mezcla de ambas. Es aritmética básica.

Entonces, la primera pregunta para cualquier candidato es: cómo hará para cuadrar las cifras fiscales, es decir, cómo subirá los ingresos y bajará el gasto público.

Si alguno cree que se puede vivir con déficits fiscales permanentes, entonces deberá explicar cómo financiará ese déficit, ya que hasta ahora se ha financiado con deuda pública. Y en el último año con mucha deuda con los multilaterales.

Si bien el endeudamiento público será necesario por varios años, deberá ir bajando para que sea sostenible, lo cual obliga a volver a la pregunta inicial: cómo hará para subir los ingresos y bajar los gastos.

Al final, para que la propuesta económica de un candidato sea creíble deberá tener medidas cuantificables, que a su vez permitan cuadrar las cuentas fiscales, caso contrario será puro populismo.

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