En algunos países es difícil superar las barreras antiguas, pero vigentes, aunque superadas en otros campos. El caso de las mujeres en la vida social y política de naciones como el Ecuador lo evidencian. Hay un marco segregacionista indeleble, culturalmente heredero de ancestros patriarcales y del “pater familias “que existe como hecho histórico cultural más que jurídico o de otra naturaleza. La segregación, como sucedió con los esclavos, se la recuerda o se la supera por etapas desde el poder y por necesidades funcionales nacidas del entorno social. Igual que con los migrantes por la fuerza desde África, paulatinamente se aceptaron los principios de igualdad, libertad y fraternidad que un par de siglos atrás constaba en la “Declaración de los derechos del hombre y el ciudadano. No se incluyó a las mujeres.
Desde el punto de vista religioso es el fundamento de estructuras culturales en gran parte del planeta; cristianismo, judaísmo y e islamismos. Son monoteístas y masculinos. Debe considerare como compensación el caso de la Iglesia Católica que reivindicó a la madre de Jesús, como madre, antes como mujer específicamente.
El Ecuador en ese campo fue pionero con la revolución liberal por la aprobación del voto femenino y la igualdad de derechos. Icono de este proceso y lucha incalificable fue Matilde Hidalgo . Fue la primera mujer en graduarse de una escuela secundaria, la primera médica de su país y también la primera en ocupar cargos de elección popular. En esta saga, entre otras debe registrarse como ejemplo la lucha de Dolores Caguango y María Luisa Gómez de la Torre; en la actualidad es imposible no referirse a la y luchadora por los derechos sociales Isabel Robalino.
La política ha sido machista, aunque se han respetado la igualdad de derechos, pero en la praxis política ha existido una verdadera “ capiti diminucio”. Un caso único pudo ser el de Rosalía Arteaga, elegida vicepresidenta, pero le impidieron que a la caída del presidente Bucaram ascienda a la primera magistratura. Se alegó que la constitución no contemplaba la subrogación definitiva, cuando en el texto original si había la disposición. Luego con vergüenza e hipocresía colocaron su retrato en el salón amarillo de Carondelet. Ella fue elegida vicepresidenta subrogaste temporal o definitiva- de la presidencia y no para una galería.
En la actualidad el nombre de las mujeres gana terreno en las expectativas. Las listas con los 16 candidatos son una lección para una comunidad que aspira a ser diferente. Es el momento de indagar que tienen de diferente Michelle Bachelet, Cristina Fernández, Dilma Rousseau o Keiko Fujimori. Luego de los casi espantosos resultados electorales las mujer s deben recordar la frase de aquel que tuvo una vez un sueño en Washington: “Si no puedes volar, corre. Si no puedes correr, camina. Si no puedes caminar, gatea. Pero hagas lo que hagas, siempre sigue hacia adelante” …