En un artículo, en este Diario, Walter Spurrier correctamente decía que el Gobierno esta pidiendo apoyo al sector privado para cubrir sus necesidades y la economía productiva a su vez solicitando dinero para palear su propia crisis. Ninguno de los dos tiene conque.
La solución que Hacienda presenta, como mecanismo para poner a rodar la economía no funcionará, quitar recursos de los ciudadanos solo provocará que se agudice el problema. Y, a la vez, pensar que un grupo de notables va a manejar mejor la tarea distributiva del crédito mejor que las instituciones financieras es ingenuo.
El país está enfrentando la más grave crisis del último siglo y sin los grados de libertad necesarios para incorporar dinero en la economía. Tarea difícil que se debe enfrentar con decisión.
La economía requiere dos paquetes financieros, uno para atender las necesidades sanitarias y para cubrir el nuevo déficit fiscal y otro para poder blindar el sector privado y no permitir que el mismo colapse y se provoque un alto desempleo.
Para ello, se requiere un plan articulado con el sistema financiero internacional y los organismos multilaterales, en donde, un frente gestione las necesidades del país y otro las necesidades del sector privado. Este último resolviendo la iliquidez de al menos 3 meses de erogaciones operativas frecuentes de todas les empresas del país.
La coyuntura del Ecuador con el gobierno de los Estados Unidos a través de su embajadora debe provocar una relación mucho más estrecha que permita acceder a estos dos paquetes de financiamiento. Debemos apegarnos, vía créditos, a un Banco Central que pueda emitir dólares. Si existe un aliado en estos momentos, con acceso, con actitud de apoyo, con posibilidad de incorporarnos en su plan de salvamento, a cambio de algunas cosas, es ese país.
Se pueden formar dos comisiones con experiencia, integradas por personas de la banca nacional y del sector público, lideradas por un ministro de finanzas fogueado en estos menesteres, que actúe en los frentes antes citados con una real experiencia financiera, diplomática y de negociación y sobretodo con un criterio integrador.
El problema del país está en la cartera económica, el Dr. Cevallos y Otto están liderando la crisis sanitaria, pero la liquidez requiere muchos más esfuerzos. No siempre las personas somos aptas para cualquier etapa y cuando el momento rebasa la experiencia hay que pedir cambio. Peor aún, si la mesa chica esta fragmentada y con nortes diferentes, adicionado por un entorno lleno de políticos que están pensando en las próximas elecciones, alguien tiene que liderar este tema con resultados potentes.
La tarea es compleja y requiere de una unidad nacional que no existe y tampoco se va a construir ahora, vamos a lo práctico, solucionemos lo evidente, demos un ejemplo ejecutivo en donde es inminente arreglar. Señor Presidente ponga a liderar a alguien que pueda cohesionar lo público y lo privado.