Implorando a asambleístas

¡Qué idiota yo! Resulta que la Asamblea ha hecho un rol espléndido de lucha contra la corrupción y ni me he dado cuenta. ¿Ya se legisló suficiente? ¿Ya tenemos el cuerpo de leyes perfecto para impedir nuevos casos, enjuiciar los existentes y recuperar el dinero? ¿Aprobada la Ley de Extinción de Dominio? ¿Ya fiscalizaron y enjuiciaron a todo el chorizo de funcionarios corruptos? Debe ser, porque tienen la pachorra de quien camelló incansablemente y ahora se merece acostarse pesadamente en un sofá a tomar margaritas.

Lo demuestro; por favor miren este alucine. Con un grupo ciudadano escribimos un mini proyecto de ley anti corrupción. Súper simple, puntual. Súper necesario. En Ecuador la ciudadanía no es considerada víctima de corrupción. En serio, no es chiste. Hay jurisprudencia que así lo establece. La indignación del ciudadano es falsa. Resulta que no es su dinero ni sus aportaciones. Los corruptos se lo llevan todo y el Estado es el único afectado; los ciudadanos no tienen vela en este entierro.

Fuera de la locura ética que ello significa, esto tiene enormes repercusiones procesales. Como los ciudadanos no son víctimas, no pueden ser acusadores en un proceso por corrupción. Es decir, el proceso entero se ventila entre funcionarios. Y, si Procuraduría, Fiscalía, jueces, están contaminados por el poder político, entonces no hay juicio. Entonces hay impunidad. Entonces tenemos el país que tenemos.

En la gran mayoría de países la acusación particular ciudadana es el mecanismo previsto para tener una acusación real cuando los organismos públicos están influidos para no hacer su trabajo. Solo eso en el proyecto. Los ciudadanos son víctimas de la corrupción y entonces cabe que los jueces acepten acusaciones particulares de colectivos anti corrupción. ¿Controversial? ¿Difícil de convencer?

El texto ya fue analizado por personal técnico de la Asamblea. Solo falta tramitarlo. Pues, no se imaginan el ruego que esto ha significado. Yo me imaginé que los asambleístas estarían encantados de recibirlo, agradecidos de que la sociedad civil (sin cobrar un centavo) les ayudemos con su trabajo, que les aportemos con una iniciativa corta que pueda compensar su nefasta labor. Vamos 5 meses de rogar, de suplicar, de insistir en el teléfono. Ellos como si nos harían el favor de la vida.

No son todos. Los verdaderos interesados en apoyar debo mencionarlos por nombre: César Solórzano, Lourdes Cuesta, Elio Peña, Homero Castanier, Karla Chávez. Otros mostraron interés, pero movilizarlos es como arrear vacas gordas a las 3 de la mañana.

Me siento como a la entrada de una enorme caverna, ¿¡hay alguieeen alliií?! El eco retumba, el grito golpea sin obstáculos contra las paredes. Al país lo están saqueando, ¿!Auxiliooo?! Parece que nadie saldrá.

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