Se acaban de cerrar las urnas en el balotaje en Ecuador, y está confirmado el triunfo de Guillermo Lasso como nuevo Presidente. Alcanzó un 33% más de votos que los obtenidos en primera vuelta. Cómo se logró que este ex banquero, convencido partidario del libre mercado lograra vencer al candidato que representaba al correísmo y al socialismo del siglo XXI ?
Como observador extranjero entiendo que la votación de Lasso más que un voto por sus propuestas tuvo que ver con un acto de rechazo a lo que representaba Andrés Arauz. De allí, que es de esperar que el Presidente electo lea correctamente el resultado y así, busque alianzas que amplíen su base en el parlamento y se le pueda dar estabilidad y gobernabilidad a un país pequeño en territorio, y pobre en cifras macroeconómicas, pero con muchos recursos naturales y competitivos recursos humanos.
Es bueno recordar cómo en la década de los setenta, con la excepción de Colombia y Venezuela, toda Suramérica vivía bajo regímenes dictatoriales, y fue Ecuador el primer país en dejar tal lacra. O sea que en la Mitad del Mundo ocurren cosas únicas.
Hoy, la humanidad se debate entre la pandemia del covid-19, y una crisis económica de nefastas consecuencias que se venía arrastrando desde antes con la caída abrupta de los precios de las materias primas, petróleo incluido.
Así, el Presidente electo tendrá oportunidad de buscar alianzas con quienes fueron sus rivales, a la vez con entes sociales, sindicales y empresariales, para en conjunto intentar un cambio profundo ante el clamor de los más necesitados del Ecuador, para darle gobernabilidad al país, preservando el medio ambiente tan depredado y también devolviendo la esperanza a la mayoría del pueblo ecuatoriano. Es más, si acaso la Casa Blanca actúa de manera pragmática y audaz se puede dar en Quito una “metafórica” conversación entre Washington y Pekín, quienes en momentos diversos han intentado influir de una u otra manera en el devenir del Ecuador, con resultados discutibles.
Es llegado el momento, para que los entes internacionales den una muestra de cuán importante es escuchar también el clamor de los ciudadanos por sobre las cifras macroeconómicas. De nada nos sirven los equilibrios, si acaso el pueblo de nuestros países pasa penurias. No siendo el único motivo, las políticas del Consenso de Washington y las reglas derivadas de Bretton Woods, son altamente responsables de la postración de nuestros países, y Ecuador no es la excepción. Ojalá que ello ocurra, así como un combate inclemente en contra de la corrupción y el narcotráfico. No solo es posible sino que además oportuno y muy necesario.