De acuerdo a las últimas proyecciones, Biden habría ganado con una victoria muy sufrida, mucho más apretada de lo que se anticipaba. A nivel nacional, las encuestas daban a Biden una cómoda ventaja de 9% sobre Trump y también pronosticaban su triunfo en estados clave como Florida, que lo terminó ganando Trump. Contrario a sus expectativas, los demócratas mantienen la mayoría pero perdieron escaños en la Cámara de Representantes y no lograron control del Senado.
El nuevo gobierno encontrará un país polarizado, sin mayoría legislativa y con una grave crisis económica y de salud pública. Sin duda, la prioridad de Biden será enfrentar estos desafíos y reconstruir instituciones y políticas públicas afectadas en los últimos 4 años. En un principio, Ecuador no estará en su radar, pero sí es oportuno preguntarnos qué se puede esperar con este cambio de gobierno.
Ciertamente, el país se alineó con el gobierno de Trump como una estrategia para recibir su apoyo económico y político, en especial en los organismos multilaterales. Independientemente de quién gane las próximas elecciones en Ecuador, se deberá realizar un esfuerzo político y diplomático para evitar que esa decisión nos pase factura con el gobierno de Biden y más bien se profundice una relación de cooperación y respeto.Más allá de las discusiones sobre seguridad y narcotráfico, se esperaría respaldo en los temas económicos más relevantes para Ecuador:Una agenda comercial. Será fundamental continuar la negociación de acuerdos comerciales que permitan a los productos ecuatorianos acceso al mercado norteamericano en condiciones ventajosas, tal como se dio la semana pasada con las flores. Esto si el próximo gobierno ecuatoriano lo tiene como una de sus prioridades.Una agenda financiera. Ecuador -y en general América Latina- deberían esperar un apoyo decidido del gobierno de Biden a la ampliación de capital del BID, más allá de diferencias que pueda tener con el actual presidente del Banco, que fue el candidato de Trump. Igualmente, será crucial ampliar el crédito al sector privado a través de la recientemente fortalecida Corporación de Financiamiento del Desarrollo, brazo financiero de EE.UU.
Una agenda climática. Ecuador deberá mirar con mucha expectativa el reingreso de EE.UU. al Acuerdo de París. Dada su rica biodiversidad, el país podría ser un aliado estratégico para una política global de protección y puesta en valor de sus activos ambientales, y el apoyo a una economía descarbonizada.
Una agenda de inclusión. El giro de Estados Unidos hacia políticas más progresistas y de mayor inclusión puede ser una oportunidad para mayor integración y políticas migratorias humanitarias, que podrían beneficiar a las familias de migrantes ecuatorianos en ese país.
Sin duda, los cambios abren nuevas oportunidades que el país deberá aprovecharlos.