Las condiciones políticas, sociales y económicas de nuestro país difieren enormemente de las de otras naciones. Vivimos una recesión económica heredada del desastroso gobierno anterior y mal corregida por el actual.
Así, llegó desde China y Europa una pandemia de una nueva zoonosis (infección trasmitida de animales a humanos), que tiene como agente causal a un virus: el corona virus.
Este nuevo corona virus, el covid-19, es un virus mutado de extrema contagios que afecta con letalidad a personas de la tercera edad.
El esfuerzo de los gobiernos se orienta a evitar el contagio, al incrementarse los casos, el número de camas en los hospitales y en las terapias intensivas se vuelve insuficiente.
La ciencia, que ha descifrado el ADN, que ha clonado seres vivos, reemplazado corazones, hígados y otros órganos, que ha colocado prótesis en extremidades, en arterias y venas del cuerpo y del cerebro, que ha viajado a la luna y que se prepara para ir a Marte; la tecnología de la computación y sistemas, la microscopia y el manejo del átomo, de sus partículas y sub partículas, la manipulación de la energía atómica y de su poder de exterminio total, las armas teledirigidas, los drones asesinos, engañaron a la humanidad que, equivocadamente, se sintió tan poderosa cual deidad invencible. Duro despertar: un microbio, un virus, ha declarado la guerra… su ADN y sus proteínas destruyen a las células pulmonares y luego a las de otros órganos y, si no encuentran resistencia, culminan matando a la víctima. El mundo no encuentra la substancia que nos libere del agresivo virus, pero está cerca de hallarla.
En esta batalla los soldados son los médicos, las enfermeras y el personal de salud. Si están desarmados y la gente no se somete a los protocolos, el microbio vencerá y si el estado mayor (gobierno y autoridades) no dota de los implementos necesarios (armas) a los combatientes, éstos, por más heroicos que fueren, en lugar de vencedores se convertirán en agentes transmisores de la feroz infección. Es loable la constante información que brindan las autoridades gubernamentales, pero deben escuchar los justos reclamos de médicos y enfermeras por insumos de bioseguridad para su cuidado profesional. Urge implementar con equipos funcionales indispensables a los hospitales de referencia. Corea del Sur bajó muy significativamente la mortalidad de esta virosis mediante pruebas diagnósticas rápidas, en gran volumen, a los grupos sospechosos. Que útil sería poder aplicar eso en nuestro país.
Abruptamente, la presencia mundial del covid-19 produjo el descenso del valor del petróleo y agudizó la crisis económica del país. Batallas que hay que enfrentar unidos todos: campesinos, trabajadores, empresarios y funcionarios, con patriotismo, en espera de una posición valiente y responsable del Gobierno para, en conjunto, implantar medidas que salven a la Patria.