Dejen de burlarse del país

El país mira absorto cómo la estructura legal y el populismo penal heredados del correísmo ha facilitado la corrupción, la impunidad y la pre libertad. La administración de justicia ha sido diligente para aplicar unas disposiciones para el otorgamiento del régimen semi abierto a quienes han cumplido el 60 % de la pena, pero no hay manera de recuperar el dinero que las propias sentencias determinaran contra quienes fueron condenados por corrupción.

El caso del ex ministro de Electricidad en el correísmo, que fuera sentenciado a 5 años por lavado de activos en la trama de corrupción de Odebrecht y que acaba de salir de la cárcel luego que en el juicio se demostró que recibiera un millón USD y que debía reparar con dos millones. ¿Habrá pagado?

En diciembre del 2017 fueron sentenciados a 6 años de reclusión por asociación ilícita el ex vicepresidente Glas y su tío y el Tribunal Penal les ordenó la devolución deUSD 14 millones y 19 millones para el resto de sentenciados y no lo han hecho. El fallo dispuso que se inicien otras indagaciones penales por hechos más graves: concusión, cohecho, peculado, delincuencia organizada, testaferrismo y lavado de activos. Es decir, tienen varias cuentas pendientes y otros juicios por corrupción pero presionaron para que jueces ágiles y benévolos les beneficien con régimen semi abierto, sin haber devuelto nada y con ello salir a burlarse del país. ¡Qué buena conducta de rehabilitación social han tenido para darles este beneficio!

Con algunos administradores de justicia no se puede descuidar. Hoy la mirada está en tres conjueces de la Corte Nacional, cuestionados por su trayectoria, que deben resolver la casación en el caso Sobornos, en el que con abundantes pruebas la Fiscal demostró la corrupción y el beneficio de recursos mal habidos. El aceptar significaría que violaron la ley siete jueces que tramitaron y confirmaron la condena en dos instancias, algo inadmisible.

El país rechaza tanta corrupción que se ha destapado, a diferencia del régimen anterior que tapaba todo y perseguía a denunciantes. Se reclama honestidad y se exige verdad, justicia y transparencia. Repugna escuchar testimonios en el juicio por las irregularidades en la construcción del hospital de Pedernales; cómo asambleístas han impuesto a gente de su confianza en altos cargos públicos.

Ha sido bueno el cerco que se ha tendido a la corrupción pero tiene que establecerse no solo los autores materiales sino los intelectuales: el caso en el que están presuntamente involucrados Abdalá Bucaram y agentes de la AMT. Con audacia admiten cómo controlan a jueces, tribunales y la ayuda en el CNJ mientras se descubren otros delitos: enriquecimiento no justificado, estafa, uso doloso de documento público, evasión tributaria y presuntamente delitos contra la vida. Hasta cuándo se soporta esto?

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