El domingo 11 de abril quedará escrito en la historia y en los corazones de muchos, como un día histórico e inolvidable, en el que el Ecuador limpia y democráticamente le dijo ¡basta! al socialismo del siglo 21; me atrevería a decir, para muchos la mejor noticia política en los últimos 14 años, y sin duda un claro mensaje al mundo y a Latinoamérica en particular, en un momento muy importante y sensible en la región.
El Presidente electo con su equipo, se ganó a pulso luchando por muchos años contra viento y marea, llegar casi heroicamente a esta posición, ya que nadie lo puso a dedo, sino que su carácter y voluntad así lo decidieron. Pero es justo también mencionar que, hay otros que merecen ser aplaudidos de pie y estas líneas de reconocimiento, y son los miles y miles de votantes, que tuvieron la claridad suficiente de no creer y peor aún caer en los cantos de sirena, y que de manera espontánea a nivel nacional, sobre todo en redes sociales – y de manera particular en Quito alejados de todo regionalismo – y todos enfocados en escuchar a sus conciencias, decidieron valiente y voluntariamente, sin ningún otro interés que tener un país libre, apoyar educada e imbatiblemente al presidente electo, venciendo incluso a los cientos de ‘trolls’, que cual piratas acecharon mientras navegaban en las oscuras aguas de la política virtual nacional. Qué maravillosa expresión de la libertad… Qué bueno sentirse parte de una sociedad que cree y actúa sinceramente; y estoy seguro que dentro de este grupo, hay mucha gente humilde, de escasos y modestos recursos, pero ricos en ejemplo, esperanza y dignidad.
Lección también válida del reciente ejercicio democrático, es que, los votos no solamente no se endosan sino que tampoco se compran. Aquellos que “hábilmente utilizados” (lo digo con respeto) se ilusionaron por la dádiva de USD 1 000, así como los que de buena fe creen aún en dicha tendencia, les insisto e invito afectuosamente a reflexionar; y para aquellos que vendieron su consciencia a conveniencia, ya que saben muy bien que el socialismo del siglo 21 es una poderosa máquina generadora de pobreza y escasez, para ellos compasión, ya que tendrían marchita el alma…
Si bien ganó una clara propuesta de gobierno, avalada con el voto de la mayoría, tiene mucho sentido gobernar para todos, comenzando entre otros elementos importantes y urgentes, por reparar el roto tejido social, que tanto daño a provocado. El Presidente entrante tiene la alta responsabilidad de no defraudar a la sociedad, con mayor motivo cuando cuatro años pasarán rápido, y el 2025 volveremos a reencontrarnos en las urnas.
Es momento también de tener un sentimiento de agradecimiento, ya que por fin al cabo de mucho tiempo, se respira un aire puro de tranquilidad y confianza; flameando ante el mundo, de manera libre y con honor la bandera del Ecuador. Sin duda los verdaderamente ganadores de las elecciones fueron la dignidad, valentía y claridad de los ecuatorianos, y su importante causa de amor por la libertad.