Sebastián Mantilla B.
Elecciones de angustia
El próximo 6 de junio se elige presidente en el Perú. 25 millones de peruanos acudirán este domingo a las urnas para escoger entre dos opciones: Pedro Castillo de Perú Libre o Keiko Fujimori de Fuerza Popular.
Pese a que la candidatura de Castillo ha sido catalogada como de izquierda y la de Fujimori como de derecha, ambas representan en esencia al populismo. No hay una plataforma o plan de gobierno claro y consistente sino una serie de ofrecimientos difíciles de cumplir. Al menos esa es la impresión que queda ante la opinión pública luego del debate presidencial realizado el pasado domingo en Arequipa.
A Keiko se le vio mucho más desenvuelta que Castillo. Sin embargo, no quedó claro cómo van a cristalizar lo ofrecido en el campo de salud y manejo de la pandemia, reactivación económica y promoción del empleo, educación, ciencia e innovación, lucha contra la corrupción y derechos humanos.
Está claro que un gobierno de Fujimori dará mucho más calma al mercado y las empresas. De igual modo, Keiko ha sido explícita en que respetará la independencia de los diferentes poderes del Estado y no cambiará el orden jurídico, así como pondrá en marcha varias iniciativas de lucha contra la corrupción. Esto último resulta un tanto contradictorio cuando se está siendo procesada por la justicia peruana por presunta corrupción, tras encontrarse indicios de financiamiento ilegal de parte de Odebrecht en su campaña del 2016.
En el caso de Castillo, no sé si es por la falta de formación y capacidad de expresión, muchas de sus propuestas son ambiguas, vagas e incluso contradictorias. No obstante, analizando con detenimiento, se aprecian algunas coincidencias con el populismo de izquierda y el socialismo del Siglo XXI de Chávez, Maduro, Morales, Correa…
Pese a que Castillo superó a Fujimori en la primera vuelta electoral, sondeos recientes hablan de un empate técnico. La encuestadora Datum daba hasta el viernes un 50,5% de apoyo a Castillo y un 49,5% a Fujimori. Esta distancia puede haberse acortado un poco más luego del reciente debate presidencial en que la candidata de Fuerza Popular fue mucho más solvente.
Esta es la tercera vez que Keiko participa en una elección presidencial y pasa a la segunda vuelta. Siempre ha perdido con un ligero margen. En la última elección, en el 2016, Pedro Pablo Kuczynski le ganó con apenas 40 mil votos.
Ninguna de las dos opciones es la ideal. No obstante, el premio Nobel de Literatura, Mario Vargas Llosa, se ha inclinado por Fujimori. Si Castillo sale presidente, probablemente no habrá nunca más elecciones libres en el Perú, ha dicho. Guillermo Bermejo, congresista recientemente electo por Perú Libre, mencionó en una entrevista dada a inicios de año que “si tomamos el poder, no lo vamos a dejar”.
En el caso de que gane Castillo está claro que se pondrá en marcha la receta aplicada en varios países de la región por el populismo bolivariano: concentrar el poder, interferir en otras funciones del Estado, limitar las libertades…